Al presentar los resultados de la Encuesta sobre inversión ambiental, social y de gobernabilidad (ESG), dijo que los inversionistas se están acomodando al nuevo régimen de gobierno, por lo que no se ven todavía muchas operaciones de este tipo en el país, pero es cuestión de tiempo.
En entrevista con Notimex, destacó que en un entorno en donde el gobierno federal impulsa de manera importante las refinerías y con ello el uso de energías fósiles, los jugadores que son punta de lanza en este mercado son los inversionistas institucionales, en particular las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores).
“El empuje que estamos viendo desde los institucionales y localmente se puede ver desde las Afores; es muy importante en el empuje que están haciendo para el tema de inversiones sustentables, eso es fundamental, y lo que vemos también es que una vez que entran los institucionales, los inversionistas individuales y los asesores terminan entrando en el tiempo”.
De acuerdo con la encuesta, 55 por ciento de los inversionistas institucionales pretende incrementar sus asignaciones a ESG en el transcurso de 2019 y 81 por ciento de los inversionistas individuales desea inversiones alineadas con sus valores personales.
Los institucionales participan en estas inversiones por un tema de valores, pero también porque las nuevas generaciones tienen una mayor demanda de estos activos, sobre todo los Millennials, aquellos nacidos entre 1981 y 1995, porque se dan cuenta de lo importante que es esto para el mundo, lo que heredan, y quieren trabajar en generar nueva riqueza.
La encuesta precisa que, a diferencia de generaciones de más edad, la mayoría (56 por ciento) de los inversionistas Millennials y la mitad (48 por ciento) de los de la anterior Generación X creen que sus inversiones pueden tener un impacto positivo en el mundo, por arriba de los Baby Boomers (con 41 por ciento).
Para Giordano, la emisión de bonos verdes, aunque crece a nivel global, es un proceso que lleva tiempo, porque “la gente, aunque quiere invertir alineado con sus intereses y sus valores, no está dispuesto a sacrificar riesgo; la mitad de la gente cuando le preguntas dice querer invertir alineado a sus valores, pero no está dispuesta a sacrificar ni tantito rendimiento”.
Una de las problemáticas de esto es la forma en que se califica una inversión sustentable, social o verde, y con ello, la estandarización de los reportes. No obstante, en igualdad de condiciones, estas inversiones sustentables deberían tener rendimientos superiores.
De acuerdo con la encuesta que en México se aplicó a 300 inversionistas, 57 por ciento de los participantes estuvo de acuerdo en que es importante tener un impacto social positivo a través de sus inversiones; 21 por ciento está totalmente de acuerdo con ello; 15.7 por ciento está en desacuerdo y 5.7 por ciento totalmente en desacuerdo.
En tanto, 52.3 por ciento estuvo de acuerdo en invertir con el propósito de que sus inversiones tengan un impacto social y/o ambiental positivo; 26.3 por ciento está en desacuerdo; 14 por ciento totalmente de acuerdo y 7.3 por ciento está totalmente de acuerdo.
Sobre si creen que sus opciones de inversión pueden tener un impacto positivo en el mundo, 69 por ciento dijo que sí; 13.7 por ciento cree que no y 17.3 por ciento se encuentra inseguro.