Querétaro, 12 de enero del 2023.- Es una situación de justicia social el pago que realizarán las autoridades estatales a las colonias que se quedaron sin agua, por los daños ocasionados por una empresa privada al sistema del Acueducto II, así lo afirmó la ambientalista Pamela Siurob, quien dijo, esta afectación nos debe hacer reflexionar de la fragilidad ante el riesgo de padecer de agua.
Este pasado miércoles 11 de enero, entró en vigor un decreto autorizado por el Poder Ejecutivo, en el que se entrega un “beneficio extraordinario” por la cantidad de 500 pesos que se reflejará en los recibos de agua correspondientes al mes de febrero del 2023 a los habitantes de las más de 60 colonias afectadas, por los daños que ocasionó la empresa Flo Networks y IP Matriz S.A. de C.V.
Al respecto la ambientalista, puntualizó que este pago debe corresponder a lo que gastaron las personas en la adquisición del agua a través de pipas, y porque en muchos casos, los contadores de agua siguieron operando, aunque no se estaba recibiendo el servicio.
Por ello, subrayó que también se debe de valorar la “justicia hídrica”, es decir, reparar el daño ocasionado al Acueducto II que provocó una pérdida considerable de metros cúbicos de agua y entender que la empresa privada debe hacerse responsable de los gastos generados por la reparación del daño de la tubería.
“El que se le repare el daño a la sociedad es un caso de justicia social. La justicia hídrica vendría en cuanto a que se repusiera el daño por la empresa y tendríamos que hacer el análisis de a dónde se fue el agua y que sucedió con esa agua. Todo eso tendríamos que analizar”, declaró.
Si bien, Siurob recalcó que puede ser un riesgo que personajes políticos puedan usar estos apoyos para “levantarse el cuello”, sin embargo, esto tendría que analizarse desde los especialistas de la ciencia política.
Por lo que recalcó que esta situación de desabasto de agua, debe de generar un análisis desde el periodismo, la sociedad en general y el gobierno sobre la fragilidad ante el riesgo de padecer agua, pues las zonas metropolitanas están “cómodas” respecto al suministro del líquido que, en muchas ocasiones, se utiliza de forma “desmedida”.
“…debemos de generar una cultura del uso adecuado del agua en donde podamos enfrentar situaciones de riesgo”, concluyó.