San Juan del Río, 17 marzo 2024.- La festividad culinaria que realza el espíritu de la cocina tradicional, el Tercer Festival de la Gordita y la Dobladita, se llevó a cabo con éxito en la comunidad de El Carrizo, llenando de sabor y alegría los paladares de los asistentes.
Con la participación de 23 familias locales, el festival no solo celebró las recetas heredadas de generación en generación, sino que también impulsó la economía y el turismo con el distintivo toque de la hospitalidad sanjuanense.
Las gorditas y dobladitas, platos típicos por su combinación de ingredientes que relatan la historia de la región, fueron los protagonistas indiscutibles de un evento que promete seguir creciendo.
El fervor por la autenticidad y la calidad de la comida casera quedó evidente en las palabras de la Secretaria de Gobierno de San Juan del Río, quien subrayó que eventos como este contribuyen de manera significativa a valorizar la riqueza cultural y gastronómica de la localidad.
Su impacto en el turismo es una prueba más de que El Carrizo es un lugar donde la tradición culinaria sigue muy viva.
Los protagonistas, los chefs de cada hogar, recibieron un reconocimiento especial de la subdelegada de la comunidad, que destacó la importancia de consumir local como pilar fundamental para fortalecer las economías domésticas y rescatar el orgullo por las raíces comunitarias.
Más allá de las gorditas y dobladitas, el festival también fue un escaparate para otros platillos de la gastronomía local, acompañados de espectáculos culturales como bailables, danza folklórica y música en vivo. La nota rítmica se entrelazó con los sabores regionales para ofrecer una experiencia que trascendió el ámbito gastronómico, transformándose en una verdadera celebración de la cultura de El Carrizo.
En definitiva, el Tercer Festival de la Gordita y la Dobladita ha marcado un hito más en el calendario de eventos de San Juan del Río, evidenciando que la mejor manera de vivir y compartir la identidad de un pueblo es a través de la magia que surge entre fogones ancestrales y la pasión que convoca la mesa compartida.