“Continuaremos llevando a cabo nuestras pruebas de misiles y este (disparo) reciente fue un test importante”, afirmó el general de brigada Amir Ali Hajizadeh, comandante de la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
“La reacción estadunidense muestra que esta prueba fue tan importante para ello que les hizo protestar”, dijo Hajizadeh, sin precisar la fecha del ensayo ni el tipo de misil, si bien destacó que Irán realiza entre 40 y 50 pruebas de misiles cada año, según la agencia iraní de noticias FARS.
El pasado 1 de diciembre, el secretario estadunidense de Estado, Mike Pompeo, denunció que Irán probó un misil balístico de alance medio capaz de portar ojivas nucleares y de alcanzar partes de Europa y cualquier punto de Medio Oriente, volando la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Tras la condena de Estados Unidos, Reino Unido y Francia pidieron una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el programa balístico iraní, sin embargo, Washington no logró obtener una condena unánime del ensayo como una violación de los compromisos internacionales de Irán.
Irán rechazó las denuncias de Pompeo, asegurando que su programa de misiles convencionales es defensivo y no viola esa resolución, que llama a Teherán a no emprender ninguna actividad relacionada con misiles balísticos diseñados para portar ojivas nucleares.
El canciller iraní, Mohamad Yavad Zartif, aseguró que su país “no diseña un misil para transportar cabezas nucleares” y que ni el acuerdo nuclear firmado en 2015 con las grandes potencias, ni la resolución 2231 prohíben las actividades de misiles de Irán.