La obra estará montada en el Teatro Mayor de Bogotá “Julio Mario Santo Domingo” a partir del 11 de mayo y hasta el 21 del mismo mes, como parte de la temporada Teatro Mayor- Francia.
Cirque Farouche llega en esta ocasión con un espectáculo que nos introduce dentro de un rodaje de cine. Cada función será como si de un rodaje real se tratara, será distinta a la anterior.
Para el director de la compañía, Jef Odet, esta obra se trata de una película de circo vivo acompañada por una banda de músicos. En total son veinticinco artistas en el escenario quienes crean una espectacular producción.
En una entrevista previa a su visita a Bogotá, Odet dijo que la obra es “un homenaje a Fellini. Él, después de la ‘La Dolce Vita’, empezó un tratamiento con un psicólogo muy importante en el que podía expresar todas sus neurosis”.
Fellini hizo “películas maravillosas, pero la única por la que recibió un Óscar se llama 8½ que cuenta la historia de un director que en medio de la falta de inspiración encuentra como solución montar un circo para describir el caos en el que está”.
“A veces sueña cosas sin relación, eso es 18½, en vivo van a pasar cosas que estamos esperando, pero no se sabe si se van a vivir. El nombre también es porque somos 18½ en el escenario, hay un pequeño hombre que vale por medio, pero el medio es más importante que el 18, es la relación de poderes que existe en el cine de Bergman”, afirmó.
Cirque Farouche es una compañía de circo internacional que utiliza la magia, la sensualidad, el miedo y el vértigo para crear una relación estrecha, sincera y única entre los artistas y el espectador.
La compañía realiza toda clase de acrobacias a través de elementos como el mástil chino, trapecios, bicicleta acrobática y la rueda cyr. A esto se le suman saltos y torres humanas de varios pisos que dejarán a más de uno sin respiración.
18 artistas y medio, junto a cinco músicos interpretarán ocho cuadros y medio de una obra escrita y soñada por Odet y Damien Fleau, quien es el compositor de la música.
Cirque Farouche llega en esta ocasión con un espectáculo que nos introduce dentro de un rodaje de cine.El nombre, aparte de hacer referencia al número de artistas que participan en la obra, es un homenaje a la cinta 8 ½ del gran Federico Fellini, que sirve de punto de partida y elemento inspirador para el montaje.
La banda sonora, original para este espectáculo, cobra especial importancia pues ayuda el espectador a pasar de una realidad a otra, como si fueran las diferentes etapas de un sueño profundo en el que el espectador se siente un actor más.
El vértigo, creado por la acrobacia, relata la urgencia y el peligro para crear una emoción pura y directa sin contar con el miedo a la muerte.
Ver el montaje 18 ½ es como asistir a rodaje de cine en vivo y en directo y el espectador será un personaje más de las acciones, de acuerdo con la crítica.