Señaló que la abeja es un insecto menospreciado, por lo que fue una de las principales motivaciones para hacer el corto, con el que se inauguró la edición número 12 del Festival Internacional de “Cine y Medio Ambiente de México Cinema Planeta 2020”, en Cuernavaca, Morelos.
Refirió que una de las cosas que lo motivo para realizar el cortometraje fue el documental de 90 minutos, ´Terra´, de Yann Arthus-Bertrand, que se presentará también en esta edición del festival, que concluye el próximo 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente.
La Real Sociedad de Geografía de Londres y Earthwatch Institute designaron a finales del año pasado y de forma oficial a las abejas como los animales más importantes del planeta, al considerar que es el único ser vivo que no transporta ningún tipo de patógeno, con lo cual se evita la propagación de epidemias, causadas por hongos, virus o bacterias en humanos.
Además, el Centro de Emprendimiento de Apicultura, de la Universidad Mayor, y la Corporación de Apicultura de Chile, señalaran que alrededor del 70 por ciento de la agricultura mundial es posible por las abejas, que favorecen la polinización y reproducción de las plantas, lo cual equivale al 35 por ciento de la producción de alimentos, lo que implica que los humanos dependen de ellas para alimentarse.
González apuntó que “es importante voltear hacia afuera y darnos cuenta que nosotros como especie no somos los estelares de este mundo, somos habitante igual que el resto de las especies y tenemos que cuidar lo que nos rodea y será nuestra responsabilidad para las generaciones futuras”.
Aunque las abejas no son los único polinizadores, pero son de los más importante y “al realizar el corto nos dimos cuenta que hay más de 20 mil especies; es una animal muy noble que hemos sobreexplotado porque no hemos sido capaces de evaluar nuestro consumo”.
“En la medida que crecen las ciudades, hemos terminado con el espacio en el que ellas hacen sus hábitat, y es una importancia vital y estamos a tiempo para poder rescatarla”.
La Organización ambientalista Greenpeace apunta que los humanos “pueden preservar y restaurar el número de abejas en el planeta, con sólo evitar pisarlas al verlas en el suelo, prohibir el uso de pesticidas, preservar el hábitat natural, impulsar la agricultura ecológica y promover los jardines floridos”.
Además, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés) estima que la mayor amenaza para las abejas es la pérdida de su hábitat, resultado de los cambios en las prácticas agrícolas.