La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) precisa que antes de adquirirlo es importante determinar para qué se va a utilizar, y sobre todo considerar las ventajas y desventajas, así como valorar el nivel de endeudamiento que se contraerá.
De ahí que lo recomendable es usarlo para comprar bienes de consumo duradero, como muebles, vivienda o un auto, o bien para iniciar un negocio, entre otros, pero siempre recordando la regla fundamental “el tiempo que disfrutes del bien o servicio adquirido con algún financiamiento debe ser mayor al tiempo que te llevará pagarlo”.
Asimismo, indica, se debe adquirir créditos cortos, pues eso podría evitar que se paguen demasiados intereses; en el caso del crédito hipotecario, es importante no dejarse llevar por la ilusión de que entre más largo es el plazo más beneficios tiene, pues podría generar un poco de comodidad en las finanzas, pero no mayores beneficios.
La Comisión expone, en un artículo publicado en su página de Internet, que en el caso de la tarjeta de crédito, uno de los servicios más utilizados por los usuarios son las promociones de meses sin intereses, lo cual impulsa a gastar más, porque los pagos son pequeños.
Sin embargo, el problema surge al sumar el valor total de las compras y conocer el monto a pagar cada mes, es ahí donde comienzan las presiones de dinero, y dichas deudas pueden convertirse en una bola de nieve, difícil de detener.
Poe ello, la Condusef recomienda ser honesto con uno mismo y analizar si se cuenta o no con la posibilidad de pagar en tiempo y forma un crédito.
Refiere que la capacidad de pago se deduce al determinar el monto total de los ingresos menos los gastos que se tienen, por ejemplo, si los ingresos mensuales son por 15 mil pesos, menos los gastos mensuales (siete mil pesos) por agua, luz, teléfono, entre otros, sobran ocho mil pesos, esa es la capacidad de pago.
Además de considerar que existen factores fuera del alcance, como la pérdida inesperada del empleo, por lo que es importante solicitar el crédito que las finanzas permitan.