Aunque México es un país de jóvenes, el llamado “bono demográfico” se revertirá, lo que hace necesario posicionar entre la población los retos del envejecimiento y crear conciencia de la importancia de planear para el futuro, además de contar con programas de ahorro para el retiro de manera automática y sin esfuerzo.
El órgano regulador del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) destacó hoy que en los últimos cinco años se observó una –modesta- mayor conciencia del tema del retiro, un mayor posicionamiento de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), un mayor interés en el ahorro de largo plazo.
Así como un mayor conocimiento del ahorro voluntario entre los mexicanos, pero prevalecen dudas respecto al tema general del retiro y a la operación del sistema.
Agregó que el hecho de que persistan aún casi 20 millones de cuentas no registradas, es decir, que el trabajador no elige una Afore, sino que su cuenta es asignada por la Consar a una Administradora o está en una Prestadora de Servicios, indica el reto que está por delante para “empoderar” a todos los ahorradores respecto a los beneficios de su cuenta individual.
La Consar añadió, en un documento, que para muchos mexicanos sigue sin existir indicadores visibles del retiro. La atención está puesta en lo urgente y poco en el largo plazo. Además, prevalece la idea de que la recompensa inmediata es más atractiva que la misma recompensa (o una mejor) en el futuro.
Llama la atención que el retiro siga generando entre los mexicanos sentimientos de incomodidad e incertidumbre que provocan que pospongamos y no emprendamos las acciones necesarias de ahorro. Otras naciones –más envejecidas que la mexicana- han incorporado el tema del retiro a la conversación y vida cotidiana, agregó.
Indicó que un elevado porcentaje de trabajadores independientes/informales ya escuchó hablar de las Afore, pero no conoce su funcionamiento ni la posibilidad que existe de ahorrar en éstas, lo que refleja que las Administradoras hacen pocos o nulos esfuerzos por reclutar clientes entre los trabajadores independientes y cuenta propia del país.
También refirió que en los últimos años creció la visión de que el ahorro en la cuenta Afore será insuficiente dado los bajos niveles de ahorro, pero no se aprecia aún una toma de conciencia respecto a la necesidad de ahorrar para complementar el ahorro de la cuenta individual.
Un segmento relevante considera que será su negocio u otro ahorro el que lo apoyará, si bien la evidencia empírica al respecto refiere que un porcentaje muy bajo de mexicanos llega a los 65 años con un ahorro adicional o un negocio.
Un fenómeno global, que se reproduce en México, es la subestimación de la esperanza de vida. Por lo general, las personas subestiman el “riesgo de longevidad” –el riesgo de vivir mucho más tiempo de lo esperado- pues asumen que vivirán menos años de lo que ocurre en la realidad.
El organismo subrayó que hay mucho trabajo por delante para informar a la población de los beneficios y servicios que brindan las Afore, así como crear conciencia entre los mexicanos de la importancia de planear el futuro.
“Es claro que las Afore tienen una deuda pendiente con los ahorradores en materia de información razón por la cual es necesario elevar la inversión que éstas realizan en la difusión y promoción del ahorro para el retiro”.
Es necesario crear programas para que el ahorro para el retiro se realice de manera automática y sin esfuerzo. Las experiencias de Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos son claros ejemplos de que programas bien diseñados pueden resultar en grandes beneficios para la población, anotó.
Los usuarios del sistema necesitan de mayores estímulos para ahorrar de manera constante y a mediano y largo plazo, lo cual requiere de un esfuerzo por parte de las AFORE/patrones/gobierno en ofrecer beneficios inmediatos que premien este hábito.
Además, el gobierno debe tomar la Educación Financiera como tema prioritario de su quehacer cotidiano. "Es necesario incorporar el tema del retiro en la curricula escolar de los niños y establecer la educación financiera como una materia obligatoria en secundaria, entre otros, concluyó.