Árbol de jacarandas, parte de la imagen de la Ciudad de México

04 de Marzo de 2017
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México, 4 Mar (Notimex).- El árbol de jacarandas, cuyas flores dan vida y color a las calles de la Ciudad de México en esta temporada de invierno-primavera, con su tono en el que predomina el azul violaceo, es un referente icónico que tiene su origen en Sudamérica.

Jacaranda, cuyo nombre científico es mimosifolia y proviene del portugués yacarandá, que significa oloroso, aunque en realidad las flores no despiden un aroma que se pueda percibir, llegó a México primero a Veracruz, procedente de Manos, Brasil, de donde pasó a adornar las calles de la capital del país.

La espeacilista Ivonne Olalde Omaña, Técnico Académico Asociado C de Tiempo Completo en el Jardín Botánico del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), confirmó que la jacaranda no es una especie mexicana, más bien se distribuye en Sudamérica, sobre todo en países como Brasil, Bolivia, Argentina y Paraguay.

También se trata de un árbol que requiere de un clima cálido y, por ende, de humedad, lo que que en México encontró en zonas urbanas como la Ciudad de México, añadió.

Entrevistada por Notimex en el Jardín Botánico de la UNAM, Olalde Omaña comentó al hablar de la procedencia sudamericana de esta especie que el uso urbano de las plantas como instrumentos ornamentales tiene cierto grado de modas.

“Hay épocas que se hace extensivo, que se cultivan ciertas especies y esas son las que se producen en las ciudades”, explicó.

La jacaranda se ha aposentado claramente en la Ciudad de México, porque existe un buen clima, por eso se ha aclimatado, en cambio en zonas frías como el sur de la Ciudad de México, específicamente en la Ajusco, Tlalpan, no se le encuentra porque ahí es más frío y esta especie, como ya se dijo, requiere de calor.

Al abundar sobre la concentración de jacarandas en la capital del país, anotó que en Ciudad Universitaria se le puede encontrar en casi todo el campus, aunque se le ve más en el casco principal, hacia el lado de Rectoría, que es donde fue introducido de manera inicial, en la década de los 50 del siglo pasado.

Como árbol ornamental es considerado muy bello, desde el color de sus flores entre azul y violeta, que es muy característico del árbol, y resalta más porque en tiempo de seca pierde sus hojas y es cuando florece, lo hace que las flores sean muy notorias, grandes, de unos tres o cuatro centímetros de largo.

Otra parte agradable o rica de este árbol es que a pesar de que pierde sus flores, estas al caer forman casi un tapete o alfombra sobre el piso de las calles, de la Ciudad de México, lo que hace que aunque el árbol en sí perdió su flor y sus hojas, el suelo recibe todo ese color.

La especialista de la UNAM aclaró que el árbol no tiene propiedades en el aspecto medicinal, comprobadas no hay nada, lo que si es que su madera tiene taninos, los cuales se utilizan para curtir la piel.

De su posible uso medicina, dejó en claro que se debe tener mucho cuidado, pues puede resultar tóxico por los mencionados taninos, y en cuanto s su madera indicó que no es muy dura ni muy suave, por lo que se le puede utilizar para hacer muebles.

Destacó que el árbol de jacaranda fue adoptado por los mexicanos con el paso del tiempo porque sus flores son muy bellas, crecen en la cima, lo que hace que se formen masas grandes de flores, y si bien no es árbol originario de México, su belleza es evidente.

La jacaranda ha sido muy fotografiada y pintada, aunque en algunos estados de la República Mexicana es menor su número, pues como se mencionó al inicio más bien crece en zonas urbanas, cálidas y húmedas, como árbol ornamental.