Y es que de acuerdo a los propios consumidores, que pareciera que son los únicos afectados por este incremento a los combustibles, no solo impacta directamente a quienes tienen vehículos de motor.
El eslabón de la cadena implica a todos los prestadores de servicios, que auguran un incremento ‘silencioso’ a todos los productos, sobre todo los de abastecimiento alimentario para las familias del municipio y el Estado.
El incremento al precio del combustible en las estaciones de abastecimiento, afecta principalmente a conductores de vehículos y de transporte de carga.Los precios de la gasolina y diésel ya han rebasado los 20 pesos el litro, en algunas estaciones de servicio y hasta más de 22 pesos en otras, sobre todo en las que se encuentran a un costado de la carretera.
De ahí que los transportistas coinciden en señalar que si el incremento del diésel sube, seguramente tendrán que incrementarse las tarifas de transporte y por consecuencia los precios se elevarán en todos los productos.
El impacto económico empezará a afectar el bolsillo de las familias que menos tienen de manera ‘silenciosa’, debido a que la situación los obligará a reducir gastos.
Amén de que el precio al transporte público que también podría sufrir un incremento, si los insumos no se estabilizan.
En los mercados de abastecimiento de productos básicos, también se advierte que si la gasolina sigue incrementándose tendrán que subir los precios de la canasta básica, al referir que de lo contrario no podrían sostener los gastos que implica tener que surtirse de mercancía.