Un peculiar museo, único en su tipo dentro del país, se encuentra alojado en las instalaciones del viejo cementerio de la Santa Veracruz, edificación del siglo XVIII que albergó al panteón municipal hasta mediados del siglo XIX.
El propósito del museo es presentar a la muerte como fenómeno cultural que acompaña a la historia de la humanidad, incluyendo la muerte Mesoamericana, del Virreinato, Laica y Contemporánea, que manifiesta el pensar del ser humano.
De igual forma, es una de las manifestaciones de los cultos por los muertos que se expresa en entierros, ofrendas y construcciones funerarias.La encargada del lugar, Lourdes Ocampo, nos hizo mención de las características que se encuentran dentro de este edificio que le da cabida y sentido cultural.
“Esta representación es con la finalidad de representar a la muerte como un símbolo permanente, todo mundo morirá algún día y en el aspecto cultural aquí en San Juan del Río lo mantenemos presente por su belleza e historia”, describió.
En este recinto se encuentran exactamente 449 tumbas, en algunas de ellas pueden estar más de uno enterrado; un ejemplo claro de la familia Pérez Escobedo del año 1943, donde se encuentran restos de cuatro personas.
“La manera de como representar a los difuntos a cambiado mucho, pero aquí presentamos algunos rituales que los mexicanos hemos realizado a lo largo de nuestra historia”, agregó.Además se hace un tributo a personalidades y fiestas nacionales en la época de oro del cine mexicano, como lo es la clásica Catrina, las fiestas bravas, las vendedoras, los diferentes oficios o trabajos, al igual que el folklore de los estados de la república, entre otros.
Este singular lugar, expresa con toda su identidad, su misterio y su carga simbólica a la muerte, al igual que un componente central e ineludible de la vida y el pensamiento de los hombres en cualquier sociedad.
Por lo que El Museo de la Muerte, es considerado un Monumento Histórico de la Nación Mexicana.