Siete años después de que Boël presentara en 2013 su primera demanda de paternidad a Alberto II, la artista cambiará ahora su apellido y tomará el de su padre, de Sajonia-Coburgo-Gotha, informó la radiotelevisión pública belga RTBF.
Sus hijos, Josephine y Oscar, también se convierten por extensión en princesa y príncipe de Bélgica y se les nombrará con la fórmula "su alteza real".
En declaraciones recogidas por la agencia Belga, el abogado de la artista, Marc Uyttendaele dijo que la sentencia da a su cliente "plena satisfacción" y aplaudió que se hayan satisfecho sus demandas de ser tratada "en pie de igualdad con sus hermanos y su hermana".
"Está encantada con esta decisión que pone fin a un largo y doloroso procedimiento para ella y su familia. Una victoria legal nunca reemplazará el amor de un padre, pero ofrece un sentimiento de justicia", recalcó el letrado.
La existencia de Boël, de 52 años, salió a la luz en 1999 como consecuencia de la publicación de una biografía no autorizada de la reina Paola.
La Corte de Apelación de Bruselas ordenó en mayo de 2019 al antiguo monarca, de 86 años, que se realizase una prueba de ADN para comparar la información genética con la de su presunta hija.
Finalmente, Alberto II confirmó el pasado 27 de enero que los resultados del test de ADN al que se sometió por orden de la justicia mostraban que es el padre biológico de la artista.
La corte de Apelación de Bruselas había celebrado la última vista sobre este proceso el pasado 10 de septiembre y preveía dictar sentencia el 29 de octubre.