La instancia judicial confirmó así el procesamiento ordenado previamente por el juez Julián Ercolini, quien, además, ya envió a la exmandataria a un juicio oral y público por otro caso de corrupción conocido como “Los Sauces”, pero que todavía no tiene fecha de inicio.
Ercolini investigó la causa bautizada como “Hotesur” y en la que se acusa a la expresidenta y a sus hijos Máximo y Florencia de haber armado firmas hoteleras para lavar dinero proveniente de la corrupción.
De acuerdo con la acusación, los Kirchner armaron empresas hoteleras en complicidad con el empresario Lázaro Báez (actualmente en prisión) para fingir que le alquilaban cientos de habitaciones y reportar estas ganancias en sus declaraciones juradas.
A cambio de esta maniobra, Báez recibía la adjudicación de obras públicas que lo convirtieron en millonario durante los gobiernos del fallecido ex presidente Néstor Kirchner y su esposa y sucesora.
Cuando la expresidenta declaró ante Ercolini, argumentó su inocencia y aseguró que la causa formaba parte de la persecución judicial de la que es objeto desde que dejó el gobierno, en diciembre de 2015.
En el mismo sentido se expreso su hijo, el diputado Máximo Kirchner, quien en el escrito que presentó ante el juez afirmó que “todos los hechos que se describen en la acusación son operaciones comerciales absolutamente lícitas”.
También consideró que la acusación “es un relato vago que sólo describe operaciones comerciales absolutamente regulares y lícitas, que fueron declaradas por las partes intervinientes”.
Los tres magistrados de la Cámara Federal no pensaron lo mismo y este lunes validaron la denuncia de Ercolini en contra de 20 personas acusadas de haber participado en una maniobra fraudulenta para lavar millones de pesos que fueron a parar a las cuentas de los Kirchner.