Iguanas, cocodrilos, monos araña, patos, incluso un jaguar, han sido rescatados por autoridades de Procuraduría Federal de Protección al Ambiente de México (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para llevarlos a este sitio, otros más fueron donados por la misma sociedad acapulqueña.
Manuel Octavio López Victoria, médico veterinario del Parque Papagayo, declaró, en entrevista con Notimex, que la Semarnat otorgó al parque un registro para poder exhibir a dicha fauna y que las personas conozcan su origen.
“Tenemos mil anécdotas, como el de un águila cola roja que trajo un coronel del Ejército y después de tres años regresó y exigió su águila; correteo con pistola en mano al personal para que le dieran su ave”, narró.
De los 350 ejemplares que hay en la UMA, aproximadamente 230 son iguanas y tortugas. De éstas, 100 iguanas fueron donadas por una empresa cementera, y contaban con un registro de la Semarnat.
Sin embargo, en el interior del Parque Papagayo se tiene una población de alrededor de 500 iguanas que están en libertad. El centenar en cautiverio son destinadas a la reproducción.
López Victoria explicó que actualmente y debido a una nueva ley de la Profepa, el Parque Papagayo no puede rescatar o recibir más animales en adopción y sólo son depositarios.
Recordó que el parque tiene 38 años de abrir sus puertas, pero desde hace 16 años inició a operar pequeño zoológico con un ejemplar de león que fue rescatado de una bodega de cemento, ubicado en la zona de Caleta.
Dijo que en ese entonces, el dueño accedió a darlo en adopción porque ya no podía cuidarlo e incluso lo entregó con su acta de registro.
El león rescatado tenía casi un año de edad, al llegar al parque se le nombró Huacho y se convirtió en la mascota preferida del lugar, ahí vivió durante 15 años.
“Huacho jamás se sintió un león, era el emblema del parque y era un animal que se podía acariciar y estar con él, siempre decíamos que se sentía un venado y jamás comió carne roja. Estuvo durante 15 años, cuando el promedio de vida en estado libre no rebasa los 10 años”, relató.
Comentó que Huacho al morir causó polémica y críticas entre las asociaciones protectoras de animales, pero “siempre fue un felino que vivió feliz y fue la estrella del Parque Papagayo”.
El médico veterinario contó que después llegó Catara, un ejemplar hembra de jaguar, donada por la Fundación Telmex que fue traída de una reserva en Chihuahua.
Aseguró que este ejemplar fue entregado al parque cuando tenía dos años; la fundación construyó la jaula y ambientó el espacio para que estuviera cómoda por lo que ahora tiene cinco años en este sitio..
Mencionó que otro de los atractivos del parque son los seis monos araña. Dos de ellos, de nombre Thalía y Poncho fueron rescatados del mercado de la colonia Sabana, ubicado en la zona suburbana del puerto.
Otro de estos monos llamado Johnny, también rescatado por la Profepa, se ha convertido en la estrella dentro de la UMA, pues “es un travieso con las visitas, si te descuidas te roba lo que comes y hasta el celular, como se ha dado casos”, contó.
López Victoria relató que cuando ingresa a su jaula para inyectarlo el mono araña siempre intenta golpearlo, “no hay empatía con Johnny, pero sí quiere a las personas que le dan de comer”.
Dentro del área de aves, se encuentran agapornis que fueron donadas por una habitante del puerto, que al morir, estipuló en su testamento que el Parque Papagayo conservaría su colección.
“El hecho de que alguien haya preferido de que las aves estuvieran con nosotros en lugar de venderlas o dejarlas con un familiar, es que este pequeño zoológico da confianza a las personas. Nos trajimos de su penhouse, agapornis, un tucán, periquitos australianos; además los hemos reproducido y ahora tenemos 40 agapornis”, precisó.
En esta UMA de Acapulco se encuentra un avestruz de nombre Pánfilo, que fue donada por criadores del municipio de Tecpan de Galeana. También habita un tucán de nombre Benedicto, el cual está ciego y fue rescatado por un militar en Chiapas.
El médico veterinario contó que una familia dejó abandonado y amarrado en un barandal a un coyote mexicano al que le pusieron de nombre Bobby y vivió 17 años.
Los lugareños y turistas que vistan el Parque Papagayo pueden encontrar en su recorrido cocodrilos, tortugas, venados, conejos, mapaches, hasta un pato canadiense que se llama Donald.
No obstante, Manuel Octavio López Victoria lamentó que esta UMA sobreviva con sus propios recursos para alimentar a los más de 350 animales y, a pesar de ello, cuenta con protocolos de alimentación diseñados para cada ejemplar.
Detalló que la jaguar Catara come todos los días 3.5 kilogramos de carne roja; el águila cola roja come diario dos piezas de pollo.
Los cinco cocodrilos que se tienen en la UMA, en un periodo de 10 a 12 días, comen cada uno 2.5 kilogramos de pollo.
Entre los seis monos araña comen 20 kilogramos diarios de alimentos como fruta, huevo y pan de caja.
López Victoria añadió que el Parque Papagayo ha tenido que enfrentarse a una sobrepoblación de gatos que las personas abandonan en el sitio. Pero a pesar de los pocos recursos con que cuenta, se han implementado campañas para esterilizar a más de 400 gatas.
El Parque Papagayo, es la única Unidad de Manejo Ambiental que existe en Acapulco, actualmente recibe la visita de decenas de escuelas que inculcan en sus alumnos la conciencia del cuidado animal.
El médico veterinario puntualizó que si alguien quiere donar un animal en peligro de extinción o que es propiedad de la nación, en este parque se les orienta para que acudan con la Profepa y que ella decida el manejo adecuado que debe tener.