“Hay nuevos puntos que se hablarán y tienen que ver con las relaciones humanas. Son situaciones que nos incumben como sociedad. Los personajes intentan ser distintos, sobre todo ‘Julián’, pues buscará ser adulto y no le sale del todo bien”, precisó.
Si el primer ciclo de la polémica serie fue una locura, advirtió que la siguiente se halla en un nivel de delirio.
“En el set nos reíamos a carcajadas al ensayar lo que habíamos leído por lo menos 15 veces. Hacíamos la toma unas cuatro veces, y nos seguíamos riendo porque la nueva historia tiene un sentimiento de liberación.
“Debido a que ya se tomaron riesgos, lo que viene es una visión muy abierta de muchas cosas que suceden en el mundo”, apuntó Yazbek, para luego referirse a “Julián”, papel que, en su afán por madurar, se reconciliará con muchas cosas de su pasado.
“Tendrá que hacerse responsable de sus errores y avanzará con relación a todo lo que va sucediendo en la familia. Además, sufrirá las consecuencias de sus acciones, porque normalmente hacía, destruía, se iba y no había preguntas”.
“Julián” es un parteaguas en la carrera de Darío Yazbek, no solo por el impacto que logró a nivel internacional, sino porque el actor le tomó mucho cariño y admira de él la capacidad que tiene para comunicarse sin filtros con los demás.
A Verónica Castro, quien interpretaba a “Virginia”, cabeza de la familia “De la Mora”, se le va a extrañar mucho.
“Ella sigue muy presente sin que esté físicamente. El personaje tiene una especie de sombra que está constantemente dentro de lo que pasa y sienten los personajes, es una herida muy abierta”.
Mariana Treviño, Loreto Peralta y Flavio Medina son algunos de los actores que se incorporaron a la segunda temporada de La casa de las flores que, bajo la dirección de Manolo Caro, se estrenará en octubre a través de la plataforma Netflix.