Y es que, México es una de las zonas sísmicas más activas del mundo, pues diariamente se registran en promedio cuatro temblores perceptibles diarios en el país, de diversa magnitud, de acuerdo con el Sistema Sismológico Nacional.
Pero fue el sismo de 1985 el que marcó la necesidad de contar con un sistema para prevenir y resguardar a la población en contra de las consecuencias de los movimientos telúricos, al punto de considerarse una cuestión de seguridad.
La última encarnación de esta necesidad en prevención es SkyAlert, una aplicación móvil mexicana que informa a sus usuarios sobre las más recientes condiciones sísmicas.
"SkyAlert nace de brindar un servicio que atienda una de las necesidades más básicas para el ser humano: un ambiente seguro", comenta Alejandro Cantú, emprendedor y fundador de la compañía.
"México, a pesar de su abundancia, es también un país muy susceptible a desastres naturales. Nuestra aplicación no sólo advierte sobre movimientos sísmicos a través de la Red de Detección Sísmica SkyAlert (REDSSA), sino que también monitorea actividad volcánica y, próximamente, meteorológica", destacó.
Esta app gratuita, que se ha posicionado como la aplicación móvil diseñada por mexicanos más descargada de la historia con más de 2.3 millones de usuarios entre Android e iOS, permite recibir notificaciones de sucesos sísmicos y volcánicos en tiempo real, de acuerdo a su intensidad y ubicación.
Permite recibir indicaciones antes, durante y después del temblor, y como valor agregado ofrece la compra de una mochila de supervivencia en caso de desastres naturales.
REDSSA es una red de sensores sísmicos inteligentes, que en cuestión de segundos analiza la intensidad de un movimiento sísmico, determina si es un sismo perceptible, y luego calcula el nivel de gravedad con el que se sentirá el movimiento telúrico, antes de enviar la información personalizada a cada uno de los usuarios de la aplicación.
Actualmente la zona de cobertura se extiende principalmente a la costa del Pacífico y las áreas circundantes, como la Ciudad de México, Morelos, Puebla, Oaxaca, y Guerrero, donde se concentra la mayor actividad sísmica del país.