Durante la convocatoria que líderes evangélicos del país hicieran a otros dirigentes religiosos para sumarse a una estrategia contra la inseguridad en México, Gordillo recalcó que “hay cosas que no deben mezclarse”.
En ese contexto, resaltó que el posible cambio en la legislación para que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) pueda brindar concesiones a estos grupos religiosos es delicado, ya que muchos llevan su “cultura privada” para ofender a otros.
“Yo creo que la intención es buena, pero tenemos que valorar si hay la suficiente madurez en los grupos religiosos, si no van a entrar en situaciones de querer, a través de los medios, llevar su fe privada a la cuestión pública y lastimarse unos a otros, eso podría ser algo negativo”, refirió.
El también dirigente de la Coalición Internacional Mexicana de Apóstoles recalcó que respetar a los demás en convivencia “se llama laicidad” y que no todos los pertenecientes a una religión tienen la madurez para entender lo que hay que separar.
“Se debe respetar el Estado laico, creo que eso es muy bueno en nuestro país, que tengamos un Estado laico y que no se mezcle religión con las situaciones con gobierno y con todo ese tipo de cosas porque empieza a haber muchas componendas".
Añadió que la oración es una cuestión privada "pero si se queremos hacer todo ese tipo de liturgias en público y sacarla por la televisión, sacarla por la radio, entonces se presta más a dividir a la sociedad, porque hay otra parte que no entiende lo que está pasando”.
Gordillo, quien antes de ser dirigente evangélico fue médico cirujano y después pastor durante 30 años, aclaró que el Plan Nacional contra la Violencia y la Inseguridad, que darán a conocer a detalle mil líderes evangélicos en agosto de este año, incluye en su primer eje el término “Volverse a Dios”, lo que significa fomentar valores.
“Cuando estamos hablando de fe pública estamos hablando de valores, debemos hacer de México un país de valores, no un país religioso”, finalizó.