Lo anterior tras el anuncio de Estados Unidos de imponer a partir del 10 de junio un nuevo arancel gradual, que inicia en cinco por ciento a todos los productos importados desde México, y que aumentaría hasta que se resuelva el problema de la migración ilegal.
"La relación bilateral va más allá de coyunturas y que el interés nacional demanda sensatez, firmeza y patriotismo", resaltó.
Por lo cual, el gobernador de Querétaro exhortó a cerrar filas, pero también a ver este tema con calma, ya que está por votarse en los Senados el T-MEC.
"No hay que hacerle más ruido, el presidente ha dicho que el canciller estará de tiempo completo en Washington para estar trabajando con ellos, para decirles que es lo que se está haciendo en el tema de migración", apuntó.
Domínguez Servién, señaló que hay herramientas para contestar ante ese nuevo arancel, pues el 75 por ciento del maíz que consume el sector agropecuario y pecuario de México viene de Estados Unidos; del mismo modo, el 95 por ciento de la soya, quesos, carnes, leches, gas, por mencionar algunos ejemplos.
"También se puede actuar de igual condición, pero no es momento de entrar en una guerra comercial", precisó.
Sin embargo, sostuvo que no es momento de entrar en una guerra comercial, pues sería lo peor que le podría pasar a México como país, y por el contrario, consideró que se debe aplicar la diplomacia.
"Hay que cerrar filas, no porque hay una cuestión política en Estados Unidos vamos a aceptar una amenaza de un presidente", recalcó.
El mandatario estatal, recalcó que esta imposición parece que obedece más a cuestiones políticas. pues vienen las elecciones en Estados Unidos.
"Esto es político totalmente y no es comercial, no es diplomacia, son sus banderas para ganar una campaña política", concluyó.