Querétaro, 2 de febrero del 2023.- Cada dos de febrero, día de la Candelaria, decenas de personas se preparan en todo el país para preparar o comprar los tamales tradicionales y compartirlos con sus familias.
En la capital de Querétaro, desde hace décadas la calle de José María Arteaga se ha convertido en un ícono de estas fechas.
Aunque el día de la candelaria tiene un trasfondo religioso, al celebrarse 40 días después de Navidad y conmemorar la purificación de la Virgen, al llevar candelas, después del nacimiento de Jesús, con los años, se ha convertido también en una celebración cultural.
Esta fecha es conocida culturalmente como el día en el que a quienes les salió el “niño” en la rosca de reyes, deben obligatoriamente llevar tamales para la celebración familiar o entre amigos.
Los Tamales la Cruz, Tamales y Atole Arteaga, Tamales y Atole Los Arcos, Tamalli, Tamalería La Antigua y Tamales El Poblano son algunos de los negocios que han popularizado a José María Arteaga como la “calle de los tamales”.
Víctor Gamero es uno de los trabajadores de la tamalería “Tamales y Atoles Los Arcos” y reconoce que en el día de la candelaria se incrementan considerablemente sus ventas. Mientras que, en un día “normal” se venden entre mil 200 a mil 500 tamales, el dos de febrero pueden llegar a vender hasta 16 mil. Los preferidos son los verdes de pollo y cerdo.
En su mayoría, los tamales que se preparan para esta fecha, se hacen sobre pedido con hasta un mes y medio de anticipación.
“En el día de la Candelaria sí sube bastante. Llega hasta 16 mil tamales en un día (…) un mes o mes y medio antes hay que apartar los tamales que se van a utilizar ese día”, señala Víctor, al mencionar que el pedido más grande fue de hasta dos mil 200 tamales para una empresa.
Hace unos años, durante la pandemia del Covid-19, con las restricciones sanitarias que se impusieron y que prohibía la entrada de personas al establecimiento, en el día de la candelaria apenas se vendieron dos mil tamales. Sin embargo, Víctor reconoce que esta etapa ha quedado atrás y se ha logrado recuperar la clientela.
“El día de la candelaria definitivamente cerramos las puertas, porque ¡no nos damos abasto con la fila que tenemos!”, añade.