En el acto también estuvieron presentes el presidente del Senado italiano, Pietro Grasso, y la ministra de Educación Pública, Valeria Fedeli, al lado del nuevo alcalde de la isla, Salvatore Martello, decenas de jóvenes, además de supervivientes de la tragedia del 3 de octubre de 2013.
La marcha salió de la plaza Castello y llegó a la Puerta de Europa, que como recordó Grasso “es la primera señal que ven quienes se acercan a nuestras costas con la esperanza de tener un futuro mejor”.
El presidente del Senado recordó que el artículo 10 de la Constitución italiana dice que tienen derecho al asilo no solamente quienes escapan de la guerra, sino también aquellos que dejan atrás la pobreza, el hambre y la violencia.
Sin embargo, las palabras de Grasso fueron criticadas por partidos de derecha contrarios a la inmigración, como la Liga del Norte, cuyo líder en la Cámara de Diputados, Massimiliano Fedriga, lo acusó de incitar a violar la ley.
“Cuando el presidente del Senado afirma que debemos dejar llegar a Italia a migrantes económicos, por lo tanto clandestinos, de facto incentiva el ingreso ilegal a nuestro país”, declaró.
El naufragio de 2013 ha sido la más grave tragedia en el Mediterráneo desde la Segunda Guerra Mundial.
Ocurrió cuando algunos de los 500 ocupantes de una barcaza con indocumentados que había salido de Libia quemaron algunas cobijas para hacerse notar por las naves de la Guardia Costera.
Sin embargo, el incendio se extendió rápidamente, muchos se lanzaron al mar y la lancha se volcó provocando casi 400 muertos, en su mayoría originarios de Eritrea y Somalia.
En 2016, el 3 de octubre fue declarada en Italia la Jornada Nacional en Memoria de las Víctimas de la Inmigración gracias a una ley aprobada por el Parlamento y promulgada por el presidente Sergio Mattarella, quien el miércoles visitará Lampedusa.
En 2014, el Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) dijo que la ruta mediterránea se ha convertido en la más peligrosa del mundo para los inmigrantes.
En 2016, más de cinco mil personas perdieron la vida en el intento de atravesar el Mediterráneo para llegar a Europa, mientras en lo que va de este año las víctimas llegan a dos mil 655.
En tanto, este martes desembarcaron en el puerto de Pozzallo, Sicilia, 140 migrantes, mientras otros 800 estaban a bordo de la nave Dattilo de la Guardia Costera, que en las próximas horas llegará a Catania, también en Sicilia.