La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) anunciaba en marzo de 2018, que nuestro país cuenta con el nivel más bajo en la utilización de su sistema de refinación existente.
Andres Manuel López Obrador, Presiden de México.La mañana de ayer domingo 9 de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador, presentó el denominado PLAN NACIONAL DE REFINACIÓN, que pretende ser el eje de la solución a los problemas energéticos y que contempla una nueva refinería que se comenzará a construir en Tabasco.
López Obrador ante este anuncio ha tenido que reconocer que los resultados no serán inmediatos, motivo por el cual, una de sus principales promesas de campaña que consiste en bajar el precio de la gasolina, tendrá que esperar.
Y es que especialistas de todo el mundo en la materia durante todo el 2018, expresaron una y otra vez que los precios de la gasolina si se podrían bajar, pero no de la noche a la mañana, ya que requieren de un trabajo de inversión y operación a largo plazo, que podría comenzar a dar resultados entre el 2023 y 2024, de ejecutarse un buen planteamiento, que tal parece el recién llegado a la Presidencia de la República ya comprendió, pues durante la presentación del PLAN NACIONAL DE REFINACIÓN anunció que una vez que este instaurada la refinería de Tabasco, se producirán 2 millones 800 mil barriles diarios en el país, que permitirán consumir desde lo local y bajar los precios, pero hasta el 2024.
Para comprender un poco mejor, tan solo la pura construcción de una refinería requiere de un tiempo de entre 5 y 6 años para que pueda operar eficientemente.
López Obrador ha solicitado a los empresarios un voto de confianza, aseverando que su plan funcionará y permitirá ser un detonante importante para despegar económicamente al país, argumentando que si países como China, Estados Unidos, Colombia, Japón y España que no poseen petróleo crudo han podido producir su propia gasolina, México no será la excepción.El sector empresarial sin embargo se mantiene a la expectativa, con una enorme incertidumbre respecto al futuro económico del país, pues tan solo el Presidente de México ha tenido que salir también a anunciar que la magna obra costará 8,000 millones de dólares, 2,000 millones más de lo que se había anunciado. Así que el actual Gobierno Federal tendrá que dar resultados a corto plazo de forma importante, para poder calmar la turbulencia de los mercados financieros que no pintan nada bien.
Por otro lado, el equipo estratégico del nuevo Presidente de la República, deberá trabajar de forma inmediata en una medida que permita explicarle a los mexicanos, el por qué deberán esperar para recibir los beneficios en los combustibles, que tanto prometió el Morenista en su campaña, y que tal parece no le alcanzarán los seis años de su mandato para entregar los resultados.
La mega-obra energética se ejecutará en Tabasco pues es en esa entidad en donde se extrae el 85% del crudo en México y permitirá procesar 340,000 barriles de crudo diario, contará con 17 plantas de proceso y 93 tanques y esferas, que generarán 23,000 empleos directos y 112,000 indirectos.