En el 2009 México no escapo de la recesión económica mundial. La contracción de la industria manufacturera internacional y el colapso de la actividad comercial de manera notable en Estados Unidos, deprimieron el sector, aunado a la reducida disponibilidad de créditos que afecto la actividad económica.
El 2009 fue un año muy duro para la economía mexicana. La economía mundial atravesó una coyuntura sumamente adversa, quizá la más desfavorable desde la Gran Depresión de los 30. Su origen inmediato en 2007, cuando las crecientes dificultades del mercado hipotecario de Estados Unidos, detonaron una crisis financiera con graves y duraderas repercusiones en la economía mundial.Lamentablemente al escenario anterior debe agregarse una coyuntura de salud que igualmente mostró la precaria estabilidad social que vivía nuestro país, y es que a la recesión económica previa se sumó el efecto de la crisis por la influenza, haciendo que la actividad económica cayera un 8.2% en el primer trimestre del 2009.
Pero vayamos a algunos datos duros:
- En 2009 la inflación era de 6.28% y para enero 2019 de 3.8%
- En 2009 el dólar iniciaba en $13.83 y en 2019 en $20.45.
- En 2009 el litro de gasolina magna estaba en $7.72 y en 2019 ronda arriba de los $19.00 y hasta $20.00.
- El precio de la tortilla en 2009 mantenía un precio promedio ponderado por población de $9.24 y en 2019 de $14.36.
En todo el 2009, el Producto Interno Bruto cayó un 6.5% y para este 2019 entre el Fondo Monetario Internacional y el Presidente López Obrador pronostican un crecimiento entre el 1 y el 2%.
Por su parte el salario mínimo se colocaba entre $57.46 y $54.47 y para este 2019 se paga en $176.72 y $102.68 acorde al área geográfica.
Vaya cifras que definitivamente se reflejan en el presupuesto y calidad de vida de las familias mexicanas.
Los próximos 12 meses serán de ajuste y de acomodo por el arranque del nuevo gobierno, el cual esta obligado a realizar un ejercicio del gasto público acelerado, puntual y transparente con el fin de no afectar las proyecciones de crecimiento en el año.
La inversión privada sin duda, deberá mantener su curso tendencial de aproximadamente el 20.5% del PIB, la cual dependerá principalmente del consumo esperado y que seguirá siendo el gran motor de crecimiento de la economía mexicana, aunque una reorientación del gasto público puede tener un impacto mayor a lo esperado si este se ejecuta con eficacia y con amplitud suficiente.En diez años todo cambia, lo cierto es que la economía mexicana enfrenta un gran reto en 2019, al igual que en 2009.
El contexto internacional sigue pesando, pero más aún la incertidumbre generada por las políticas del nuevo gobierno, el cual deberá demostrar a los expertos economistas internacionales y nacionales, que sus pronósticos están equivocados y que su perfil populista aguantará las tensiones globales y logrará aumentar su crecimiento en relación a las tendencias marcadas.