Libro de Karen Espíndola relata la historia de un aborto negado

Santiago de Chile, diciembre (SEMlac).- Mi testimonio. Aborto, Estado e Hipocresía es el título del libro lanzado por Karen Espíndola, quien relató su experiencia desde 2008, cuando recibió la noticia de que tenía un embarazo inviable y solicitó un aborto al Estado de Chile, petición que le fue negada.

Karen se hizo conocida poniendo la necesidad del derecho al aborto como un tema, cuestión en la que insistió cuando su hijo, finalmente, nació con una enfermedad incurable, con la que sufrieron él y ella durante dos años, sin recibir apoyo del Estado ni de las organizaciones contrarias al aborto, que la denostaron durante su exposición pública y le exigieron interrumpir su embarazo.

La escritora señaló a SEMlac que este libro "es una excusa para intentar seguir poniendo el tema en los medios".

"El proceso de escribirlo fue muy difícil, pues implicó repasar los momentos más complicados de mi vida. Pero continué, pues sé que muchas mujeres siguen siendo consideradas meros objetos por un Estado que se niega a legislar algo que la mayoría de la ciudadanía apoya".

En Chile el aborto es ilegal en todos los casos y desde hace dos años el ejecutivo presentó un proyecto de ley de despenalización de aborto por tres causales: inviabilidad fetal, peligro de la vida de la mujer y violación.

Pero la iniciativa ha avanzado lentamente y amenaza con caerse, a pesar de ser compromiso durante la campaña de la actual presidenta Michelle Bachelet y de recibir el apoyo de más del 70 por ciento de la población, según las encuestas.

Para Espíndola, la publicación de este libro "coincide con un momento crucial del proyecto de ley que actualmente discute la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado, con lo cual busca poner en la palestra un tema puntual: el gobierno y la Nueva Mayoría no pueden seguir dilatando la discusión y, por sobre todo, la votación, retraso que creo, se debe a la presión de sectores conservadores y facciones de la Democracia Cristiana".

El aborto terapéutico, aprobado por una junta médica, fue legal en Chile hasta 1989, cuando al dictadura de Augusto Pinochet cambió le legislación haciéndolo ilegal bajo todas las causas, cuestión coherente con los sectores Opus Dei de la derecha entonces gobernante.

El debate sobre esta práctica ha sido atacado no solo por estos mismos sectores conservadores y de derecha, sino incluso por representantes de la oficialista Nueva Mayoría, como la demócrata cristiana Soledad Alvear, quien ha sido una de las más fieras críticas a la posibilidad de legislar en la materia.

"Acá nadie está discutiendo sobre la moralidad del aborto. Estamos discutiendo qué rol debe tomar el Estado frente a estas situaciones tan dramáticas que viven las mujeres. Mi firme convicción me indica que el Estado debe dejarnos decidir en embarazos que ponen en peligro nuestra salud o son diagnosticados como inviables o son productos de una violación", puntualizó Espíndola.

Recordó entre lágrimas la dolorosa experiencia vivida junto a su hijo Osvaldito y la no actuación del Estado, que la dejó en el más brutal abandono emocional y financiero, lo que evidenció la incoherencia de un Estado que la obligó a llevar su embarazo hasta el final, pero que después no se hizo cargo de las demandas de su pequeño hijo.

Por Tamara Vidaurrázaga Aránguiz
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