Málaga (España), 9 jun (EFE).- Unas 2.000 hectáreas se han quemado ya en el incendio que afecta a la provincia española de Málaga, al sur, eminentemente turística, que obligó a desalojar a unas 2.000 personas y que sigue avanzando mientras los medios aéreos no han podido salir hasta ahora a trabajar por una inversión térmica.
Un total de 946 efectivos trabajaban en las labores de extinción, seguridad y coordinación y son apoyados con drones que sobrevuelan el perímetro del incendio para dar apoyo en las tareas de seguimiento en su evolución, según informó el Infoca, organismo que coordina las tareas de extinción.
Durante la tarde y primeras horas de la noche de ayer se produjo el desalojo preventivo y ordenado del casco urbano de Benahavís, además de 50 caballos del hipódromo de este municipio, así como de las urbanizaciones de Montemayor, Marbella Club y Benahavís Hill.
Esta mañana también se evacuaron de forma preventiva seis viviendas de un núcleo de casas diseminadas en la localidad malagueña de Estepona. Ya hay 2.000 desalojados, según Emergencias 112.
Durante las tareas de extinción, tres bomberos forestales resultaron heridos, uno de ellos con quemaduras de carácter reservado y los otros dos mas leves.
"Esperamos una pronta recuperación", indicó el director del centro operativo regional del plan Infoca, Juan Sánchez, que reconoció que uno de ellos está un poco más grave.
La inversión térmica es la cara negativa, según confirmó el consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, aunque se disipó en las últimas horas y las aeronaves ya pudieron salir a colaborar en los trabajos.
La investigación está a cargo de la Guardia Civil, que será quien determine si ha sido intencionado y cuántos focos se han producido.
Para la atención de los evacuados se habilitó la carpa municipal de San Pedro de Alcántara. En este punto, la Cruz Roja desplegó material de primera necesidad, aseo y alimentos para 500 personas, aunque solo 37 llegaron a pernoctar y el resto de evacuados se marchó a viviendas de familiares y establecimientos hoteleros de la zona.
Por el momento, la dirección de extinción señaló que no se dan las condiciones de seguridad necesarias para la vuelta a sus viviendas.
El presidente de la Junta de Andalucia, Juanma Moreno, espera que hoy se pueda controlar el incendio si se cumple el pronóstico "positivo" y las condiciones meteorológicas son "óptimas", con viento de levante, más fresco, que empuje las llamas a la zona de Sierra Bermeja quemada el año pasado, cuando otro fuego arrasó unas 10.000 hectáreas.