Celebra la actriz Zaide Silvia Gutiérrez 40 años de trayectoria

14 de Agosto de 2013
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En el Teatro Helénico la actriz mexicana Zaide Silvia Gutiérrez, celebró 40 años de carrera artística con una nueva temporada del "Muerte en Directo". NOTIMEX
En el Teatro Helénico la actriz mexicana Zaide Silvia Gutiérrez, celebró 40 años de carrera artística con una nueva temporada del "Muerte en Directo". NOTIMEX
México, 14 Ago. (Notimex).- Durante la función del monólogo "Muerte en directo", escrito y dirigido por Guillermo Heras, su protagonista, Zaide Silvia Gutiérrez, celebró 40 años de trayectoria con la develación de la placa, que tuvo como padrinos María Rojo, Salvador Sánchez y Eugenio Cobo.

Al finalizar el montaje, que narra la historia de una actriz, quien reflexiona sobre su vida profesional, el productor Eugenio Cobo destacó el trabajo escénico de Silvia Gutiérrez "la pasión que desarrolla sobre el escenario es realmente un motivo de seguir adelante en esta profesión tan extraordinariamente bella".

CELEBRA 40 AÑOS DE CARRERA ARTÍSTICAEn su oportunidad la actriz María Rojo, dijo sentirse tan emocionada como la propia festejada, a quien conoció en la obra "Los motivos del lobo".

"Que gran actriz era desde chiquilla; la verdad no sorprende, porque desde niña la veíamos como un genio, es un honor para mí estar aquí", afirmó Rojo.

El actor Salvador Sánchez, recordó que hace 40 años en el Teatro "Antonio Caso" llegaba la pequeña Zaide directamente desde la Asociación Nacional de Actores (Anda), "nos sorprendió a todos, y con este monólogo hace un derroche de talento y sensibilidad y conocimiento, realmente me siento muy emocionado".

"Muerte en directo", que se presenta en el Teatro Helénico del Centro Cultural Helénico, aborda con sentido del humor, la historia de una actriz que reflexiona sobre su vida profesional antes de despedirse de los escenarios.CELEBRA 40 AÑOS DE CARRERA ARTÍSTICA

De esta manera, la protagonista interpreta a una actriz madura que reflexiona sobre la dignidad de los actores y realiza una ceremonia en la que lanza reflexiones sobre la escena artística mexicana.

Asimismo, Gutiérrez da muestra de su alento actoral al realizar, en medio de una escenografía que solamente consiste en un baúl y un perchero, un juego lúdico de representación.

La obra reflexiona sobre los actores que creen en su profesión, en la confrontación con la televisión, que muchos histriones consideran un medio bastardo, y trata de reivindicar el teatro como una ceremonia absolutamente viva y posible en estos tiempos.

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