Canto "La Rama" fusión de elementos prehispánicos, españoles y negros

10 de Diciembre de 2016
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Tecolutla, Ver., 10 Dic (Notimex).- En este tranquilo rincón del país, del 16 al 24 de diciembre la voz y alegría de los niños inunda el ambiente, donde en grupos de cuatro a seis entonan “La Rama”, un canto veracruzano que tiene elementos prehispánicos y españoles, a los que se suma la influencia negra.

En un domingo por la noche, en esta localidad de 25 mil habitantes, los turistas y lugareños disfrutan del buen clima y ambiente en los sitios públicos y restaurantes que ofrecen mariscos, comida típica y la tradición de “La Rama”.

Esta tonada lleva a los niños y adolescentes a ensayar por varias semanas en sus casas después de clases, donde se reúnen y por la tarde es posible escuchar la entonación y risas de los infantes, que muestran su alegría y deseo de competir para ser los mejores.

Ahora la tradición se difunde por medio de las escuelas, en donde desde principios de diciembre se desarrollan las festividades navideñas, con pastorelas y un desfile que este año tendrá lugar el 18 de diciembre, señaló Adanely Huesca, directora de Turismo.

En entrevista, la funcionaria expuso que para los festejos hay un comité organizador que desarrolla los ensayos y el canto de “La Rama”, hasta el 24 de diciembre y posteriormente se escenifica “El Viejo”, del 25 al 31 de ese mes.

En esa ocasión se puede ver a los muchachos y niños participar en bulliciosa marcha detrás de un personaje estrafalario con barba y ropa vieja, quien lleva en la mano un muñeco con pañal, en representación del año que se va y otro que viene, y piden “una limosna para este pobre viejo/que ha dejado hijos/para el Año Nuevo”.

Destacó que estas actividades son atractivas para el turismo nacional e internacional que visita la playa durante la temporada navideña, pues llaman la atención sobre una tradición particular veracruzana.

La directora de Turismo indicó que esta fiesta tiene lugar entre el 16 y 24 de diciembre, que al principio sirvió como un rito para purificar los hogares, calles y ciudades.

Abundó que los chicos se reúnen en sus hogares al ocultarse el sol, van arreglados y sonrientes, utilizan una rama adornada con esferas y moños como un símbolo de buena voluntad y los visitantes en los restaurantes les otorgan una propina, que les sirve para organizar sus posadas.

Huesca comentó que en la época de la Colonia, los indígenas realizaban una festividad que coincidía con las fiestas decembrinas, en las que llevaban una rama que se llamaba versúchil, la cual representaba la renovación de la naturaleza.

Refirió que entonces se entonaban cantos con panderetas, sonajas y guitarras, que son la herencia española, y los coros, claves y cantos llamados aguinaldos afrocubanos.

Ahora los niños llevan ramas de otate, naranjo o pino, adornadas con papel de china de colores, palmas y frutas, así como una lata, en donde recaudan los generosos aguinaldos otorgados por los turistas.
El grupo de niños y jóvenes que llevan “La Rama”, a semejanza de los peregrinos, piden posada y van de establecimiento en establecimiento con acompañamiento de panderos, sonajas y tambores, donde realizan su actuación y piden una remuneración con el ruido de la lata.

Al respecto, Huasca indicó que “Tecolutla es un lugar turístico, por lo que en las festividades navideñas, sus habitantes se dedican a sus negocios y los niños tienen esa iniciativa de reunirse y juntar para sus posadas y sus dulces”.

En sus casas preparan buñuelos bañados con mil, fruta de la temporada, dulces y los “toritos”, elaborados con guanábana, nanche, leche condensada, jugo de limón y aguardiente de caña, para los adultos.

Esta tradición aprovechó la idea del diezmo, se toca casa por casa, se saluda y se pide el aguinaldo, en especie o monedas, luego de cantar, por ejemplo: “Naranjas y limas/limas y limones/más linda la Virgen que todas las flores”.

Cada grupo de jóvenes compone sus propias rimas y le agregan, con creatividad y picardía, su estilo: “Arriba del cielo/quebraron un plato/y yo les deseo/feliz 24”. Al despedirse entonan “Ya se va la rama/muy agradecida/porque en esta casa/fue bien recibida”.

Adanely Huesca indicó que la tradición navideña es familiar en Tecolutla, y en esta temporada los hoteleros y comerciantes contribuyen con paquetes, en los que regalan una noche de hospedaje, desayunos o paseos en lancha.

La funcionaria municipal expuso que en Tecolutla hay seis mil habitaciones disponibles y la mejor temporada es en Semana Santa, después en verano y en tercer lugar el mes de diciembre, cuando hay una ocupación hotelera del 70 por ciento.

Indicó que ”la actividad turística ha crecido en esta localidad, debido a la puesta en marcha de la autopista México-Tuxpan hace un año, que disminuyó el tiempo de viaje por automóvil, por ejemplo desde la Ciudad de México a Tecolutla, a sólo tres horas”.

Por ello, invitó a los ciudadanos mexicanos y extranjeros “a visitar este mágico lugar que tiene 54 kilómetros de litoral costero y una serie de hoteles y restaurantes que son un verdadero paraíso”, aseveró.