Refirió que de acuerdo con datos basados en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), que es un instrumento de estudio estadístico realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública y la Secretaría de Salud del país, “en México, uno de cada tres niños presenta obesidad”.
El experto aseguró que si en la niñez una persona presenta exceso de peso corporal, las probabilidades de que sea un adulto con obesidad o sobrepeso son muy altas.
“Si el niño presenta obesidad o sobrepeso en la infancia tiene hasta un 80 por ciento de posibilidades de continuar con la problemática en la edad adulta, si los padres no vigilan la ingesta de calorías y actividad física que realiza el niño”, explicó.
Destacó que los factores de riesgo para obesidad y sobrepeso infantil son básicamente los mismos que en adultos, el sedentarismo y la alimentación inadecuada con ingesta de alimentos de bajo valor nutricional, altos en calorías, azúcares y grasas.
Detalló que por cada dos horas que los niños pasan mirando televisión o estáticos (es decir, sin realizar ejercicio o alguna actividad física) su riesgo de ganar peso excesivamente aumenta entre un 30 y 40 por ciento.
Añadió que lo anterior se basa en estudios que han señalado que en el país, los niños menores de 15 años ven de dos a cuatro horas al día televisión, sustituyendo actividad física.
En cuanto a la alimentación, recomendó a los padres no fomentar el consumo de alimentos de bajo valor nutricional, evitando tenerlos en casa como parte de la despensa del hogar y optar por botanas o snacks saludables, como fruta fresca o verdura preparada, granola, galletas o cereales integrales sin azúcares refinadas.
Expuso la importancia de diseñar un plan de actividades en periodo vacacional, para evitar incrementar el sedentarismo en los niños, desde llevarlos al parque a realizar actividades lúdicas que les permitan mantenerse activos, realizar una caminata diaria o inscribirlos en cursos de activación física.