Los rayos ultravioleta forman parte del espectro electromagnético de la luz que llega a la Tierra proveniente de nuestro sol y su longitud de onda está ubicada por debajo de la luz visible. Esta radiación es la responsable de que nuestra piel sufra quemaduras al estar expuesta por tiempos relativamente prolongados a la luz solar, aunque en cantidades moderadas ayuda a la producción de vitamina D.
“Los rayos del sol nos ayudan a generar la vitamina D, que tiene una serie de beneficios en el cuerpo: ayuda a fijar el calcio en los huesos, nos mantiene de buen humor, ayuda a la transmisión de señales sinápticas y participa en el movimiento de los músculos”, explicó el doctor Edén Morales Narváez, investigador del Centro de Investigaciones en Óptica (CIO).
Morales Narváez explicó que entre los efectos nocivos de esta radiación se encuentran deshidratación, insolaciones, mareos, así como lesiones en la piel, que pueden ir desde quemaduras leves, manchas en la epidermis, hasta llegar a desarrollar cáncer tras cierto daño acumulativo.
Asimismo, el investigador explicó que en el territorio mexicano la radiación ultravioleta ha llegado hasta el nivel 11+ del Índice UV, siendo esta extremadamente alta. Ante estos altos niveles, se recomienda evitar exponerse al sol durante los periodos en que la radiación es más alta (de 10:00 a 16:00 horas), permanecer en la sombra y no exponer la piel a la luz solar.
“Conforme se levanta el sol, esta radiación ultravioleta se va convirtiendo en un fenómeno más intenso y empieza a alcanzar su máximo a partir de las 11 de la mañana”, afirmó.
Recomendaciones
El doctor Morales Narváez dijo que a pesar del intenso calor que se siente en todo el país, lo más recomendable es utilizar ropa larga para protegerse de la radiación ultravioleta y utilizar bloqueadores solares de pantalla física elaborados a partir de óxido de zinc (ZnO), ya que aquellos de pantalla química pueden tener efectos cancerígenos.
En el CIO se ha iniciado con la planeación de una campaña para distribuir gratuitamente entre la población un sensor de radiación ultravioleta desarrollado en el centro de investigación. El parche, elaborado de nanocelulosa y nanopartículas de plata, se coloca sobre la piel y cambia de color una vez que el usuario se ha expuesto a los niveles máximos recomendables de rayos UV.(Ricardo Capilla Vilchis)