De acuerdo a la información recabada entre los propios habitantes de la localidad, el percance se originó debido a la imprudencia del conductor del camión de pasajeros, al no adoptar las medidas de precaución al momento de cruzar la vía del ferrocarril.
El reporte de auxilio de los habitantes se registró al servicio de emergencia alrededor de las 09:45 horas de la mañana, por lo que de inmediato se activaron los protocolos de emergencia, acudiendo al lugar elementos de la Unidad Municipal de protección Civil, Bomberos de San Juan del Río, Cruz Roja y personal de la Policía Municipal y Estatal.
Los habitantes apoyaron con el traslado de lesionados a los Hospitales.
Apenas ocurrió el lamentable accidente, habitantes de la localidad se prestaron a auxiliar a los lesionados, muchos de los cuales fueron trasladados de inmediato a bordo de vehículos y camionetas particulares a los centros hospitalarios.
Mientras que los servicios de emergencia, con el apoyo de la ciudadanía, se dispusieron a prestar los primeros auxilios a los lesionados y rescatar a las víctimas que quedaron atrapadas bajo los escombros del camión.
Un testigo presencial de los hechos, habitante de la comunidad, explicó a Rotativo de Querétaro, que presenció el momento cuando la máquina del ferrocarril impactó a la mitad al camión de pasajeros que en esos momento transportaba alrededor de 40 personas, entre mujeres, niños y adultos, que se dirigían a San Juan del Río.
El camión de transporte de personal, fue arrastrado por el ferrocarril unos 50 metros desde el punto del impacto y en el trayecto antes de detenerse, lo fue despedazando, por lo que los cuerpos de personas, heridos y muertos, quedaron esparcidos en la zona y otros atrapados entre los fierros retorcidos de la unidad.
La comunidad entera se volcó en torno al accidente, ya que muchos buscaban de manera desesperada a sus seres queridos, que apenas unos minutos antes habían salido de sus viviendas para dirigirse, ya sea a la escuela o a su centro de trabajo.
“El camión iba prácticamente lleno, es la hora que la gente sale a realizar sus actividades en otras localidades y en San Juan del Río, es una tragedia que ha enlutado a nuestra comunidad entera”, lamentó una mujer que dijo buscaba a su madre que había salido de su casa y no sabía si iba en ese camión.
Fueron cientos de personas, hombres, mujeres y adultos, que se arremolinaron en ambos lados del gigante convoy de acero, que ante el percance quedó atravesado en el camino que comunica a la comunidad.
En ambos lados se apreciaban personas lesionadas y entre las vías del tren algunos restos de las víctimas, mientras que los cadáveres fueron cubiertos con una manta por los propios habitantes de la comunidad, que no alcanzaban a comprender lo que realmente había sucedido.
Al lugar hicieron presencia también los titulares de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, Ángel Rangel Nieves, y de protección Civil, Luis Guillermo Arellano Gómez, así como el jefe del cuerpo de bomberos Fernando Vázquez, Viveros.
También hubo presencia de la Policía estatal, Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional, que llegaron para apoyar en labores de acordonamiento para evitar que la gente se arremolinara y se permitieran las labores de rescate.
Más tarde llegó el apoyo de los servicios de emergencia de Querétaro, Cruz Roja, Bomberos y Protección Civil, así como los del hermano municipio de Tequisquiapan, para apoyar en las labores a los rescatistas de San Juan del Río.
El clamor de la gente fue que las autoridades del Instituto del Transporte de Querétaro, regulen de una vez por todas al transporte urbano y suburbano en San Juan del Río.
Señalan que en su mayoría prestan mal servicio y trabajan personas sin la capacitación adecuada, lo que quedó demostrado con lo sucedido el día de hoy.
Indicaron que el conductor, identificado como José Ricardo Ramírez Reséndiz, de 21 años de edad, irresponsablemente iba platicando con otras dos personas al momento que intentó cruzar la vía del ferrocarril, lo que posiblemente lo distrajo y no se percató de la maquina que se acercaba a toda velocidad, hasta que recibieron el mortal impacto.