De acuerdo a información de Protección Civil y del propio alcalde Memo Vega, fueron más de 15 colonias asentadas en la colindancia con el río San Juan, las que resultaron inundadas, en algunos casos hasta con acumulación de agua de casi dos metros de altura, sin que afortunadamente se hayan registrado pérdidas humanas.
Una de las colonias más dañadas fue La Rueda, ubicada al norte del municipio, en donde personal militar, de Protección Civil, Bomberos y Seguridad Pública, así como con el apoyo de la propia ciudadanía, se realizan trabajos para rescatar a cientos de familias que siguen atrapadas dentro de sus hogares.
La mayoría de las personas decidieron resguardarse en casa de familiares o amigos en las partes altas del municipio; sin embargo, el Sistema Municipal DIF estableció un albergue en el CECUCO donde pernoctaron 208 personas, a quienes se les brindó un lugar para descansar y alimentos durante la mañana.Autoridades del municipio realizan recorridos por las zonas para identificar los daños y coordinar esfuerzos para la atención a víctimas, siendo las Alamedas otro de los fraccionamientos donde las pérdidas materiales fueron totales, ya que las más de 73 casas que tiene el fraccionamiento quedaron sumergidas por el agua.
Una de las constantes en las zonas inundadas fue el mal olor ocasionado por el desbordamiento de aguas negras, por lo que personal de la Secretaría de Salud implementó algunas brigadas para atender a la ciudadanía de posibles brotes epidemiológicos.
Para el pronta evacuación de las familias se contó con el apoyo ciudadano y de personas de negocios que apoyaron con lanchas de remos, de motor y salvavidas para sacar a la gente.
Incluso los lancheros de la Presa Constitución facilitaron una gran cantidad de equipo para sacar a la gente.
Debido a que la zona fue acordonada por la policía municipal y estatal, la gente que durante la noche pudo salirse de las viviendas inundadas permanecía en espera de saber de sus propiedades, mientras que familiares de las víctimas también solicitaban informes.
En la zona aledaña a La Rueda, se puso a disposición un salón de fiestas para dar de comer a los damnificados.
Mientras que algunas familias llegaron con víveres y apoyaban con leche, jugos, tamales y algunos otros productos para los niños y personas que no habían ingerido alimentos después de la contingencia.
“A la media noche notamos que el río estaba crecido, algunas familias comenzaron a sacar sus pertenencias como medida de prevención, pero los servicios de emergencia llegaron ya cuando el agua nos llegaba al cuello. Todo fue muy rápido y algunas personas se subieron a las azoteas hasta que en la mañana fueron rescatados“, explicó una de las afectadas.
El Ejército Mexicano decretó el Plan DN-III para casos de desastre y apoyó con cadetes para el rescate de las víctimas.
Al lugar llegaron también personas de la sociedad civil, para apoyar en las labores de rescate que se llevaron a cabo en coordinación con el cuerpo de bomberos, personal de JAPAM, Protección Civil, Ejército Mexicano y del gobierno municipal.
Al medio día, llegó en helicóptero el gobernador del estado Francisco Domínguez Servién, funcionarios de seguridad de su gabinete y el alcalde Memo Vega, quienes recorrieron en una trajinera la zona afectada y ofrecieron apoyar a las víctimas, además de indicar que la mayoría de viviendas tienen un seguro contra desastres o contingencias.
