Santiago de Chile, 18 oct (EFE).- La ganadería sostenible y la innovación son las piezas clave para combatir la grave inseguridad alimentaria que padece el planeta, advirtió este martes el Subdirector General y Representante Regional de la FAO para América Latina y El Caribe, Mario Lubetkin.
En el marco de un evento informativo celebrado durante el Foro de Ciencia e Innovación 2022 organizado por la agencia de la ONU y el Foro Alimenticio Mundial (WFF, en sus siglas en inglés), el responsable subrayó que la investigación, unida a la tecnología y a la inversión, es la única vía "para transformar los sistemas agroalimentarios y superar así las limitaciones de acceso a alimentos" por la caída de la biodiversidad.
Un esfuerzo que debe hacerse de forma urgente y teniendo en cuenta la necesidad de reducir, al mismo tiempo, el impacto ambiental que genera esta actividad.
“Las soluciones innovadoras no sólo tienen el potencial de transformar los sistemas agroalimentarios actuales haciéndolos más productivos, resilientes, y competitivos", argumentó Lubetkin.
"También tienen el potencial de transformar las comunidades rurales, mejorando los medios de vida de los productores y reforzando la resiliencia ante eventos climáticos extremos como sequías e inundaciones”, detalló.
En este sentido, los descubrimientos en nutrición y sanidad animal, unidos a la mejora de la genética y las técnicas de reproducción artificial, el cultivo de plantas, el uso de fertilizantes y productos químicos para la protección de los cultivos, han sido factores claves para el tránsito hacia una producción más amigable con el medioambiente,
A tiempo que la mecanización y la incorporación de la biotecnología ha ayudado a que sean igualmente más rentables social y económicamente.
EL HAMBRE SE DISPARA EN EL MUNDO
Según el último informe del Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición 2022 elaborado por la FAO, el número de personas que pasan hambre se ha multiplicado en el mundo, en especial en países como África, América y Asia.
Sólo en América Latina y El Caribe se estima que 56,5 millones de personas padecen de hambre, y 131 millones no pueden acceder a una dieta saludable.
Una dieta saludable segura y global que necesita de la ganadería, sector que otorga proteínas y nutrientes a la población, y que supone el medio de subsistencia para miles de productores en la región.
En este contexto, y a pesar de constituir solo el 13,5% de la población global, la región de Latinoamérica y el Caribe produce más del 23% de la carne bovina y de búfalo, y el 21% de la carne de ave global.
En la actividad participó también el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Fernando Mattos, quien en su rol de presidente de la Comisión Ganadera para América Latina y El Caribe (Codegalac), coincidió en la relevancia que tiene la ganadería para el desarrollo de América Latina y El Caribe.
“Debemos de tener un fuerte compromiso en la mejora del desempeño de nuestros sistemas productivos y en reducir las emisiones y efectos que apuntan hacia el cambio climático, que nos termina afectando directamente, porque somos los primeros vulnerables a estos efectos", afirmó.
"Pero esto no quiere decir que debamos aceptar que nos impongan reglas que no están basadas en ciencia y que pueden ser a futuro restrictivas para el comercio mundial”, agregó.
En los dos últimos años, la FAO ha apoyado más de 30 proyectos basados en iniciativas amigables con el medio ambiente, como el cuidado de las pasturas y el manejo de residuos y de desechos, permitiendo aumentar la rentabilidad y la producción, y además reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al mismo tiempo.