Pearson, profesor en la Escuela Sanford de Políticas Públicas de la Universidad de Duke, expuso que en términos generales, un racista combina prejuicios negativos con poder suficiente para aprovechar la acción contra los grupos objetivo.
Trump es un racista, lo que dice y hace cumple con la definición académica del término, señaló Pearson, investigador y profesor de cursos sobre los efectos en la salud de la raza, el racismo y la desigualdad.
“Las palabras y comportamientos de Trump demuestran un sesgo prejuicioso considerable, y, como presidente de Estados Unidos -probablemente la oficina más poderosa en el mundo contemporáneo -, ha impulsado efectivamente la acción contra varios grupos”, dijo.
El racismo se basa en la creencia de la raza biológica, un concepto científicamente desacreditado, ya que el color de la piel no tiene correlación con distinciones inherentes significativas entre los seres humanos, explicó.
Sin embargo, ese concepto de "raza" en el pasado y ahora ha llevado a la idea de una "jerarquía natural" entre varias poblaciones.
El académico hizo un repaso sobre las múltiples categorías de racismo como: el estructual, simbólico, institucional, interpersonal, insidioso, internalizado, y sistémico.
“Las declaraciones y acciones insensibles, irrespetuosas y mezquinas de Trump participan de todas estas variaciones”, sentenció Pearson.
A lo largo de la campaña electoral de 2016, y sus primeros ocho meses en el cargo como presidente, Trump ha expresado su sesgo a través de las órdenes del gobierno y el púlpito presidencial, esto sería un ejemplo de racismo sistémico, indicó el experto.
Trump argumentó que como "mexicano" el juez de distrito Gonzalo Curiel, quien nació y creció en Estados Unidos, no podía arbitrar de manera justa los juicios relacionados con la Universidad Trump (racismo estructural), recordó.
Durante años, Trump acusó, falsamente, que el expresidente Barack Obama no nació en Estados Unidos y, en consecuencia, fue electo ilegítimamente (racismo simbólico).
La administración de Trump recortó fondos para programas del Departamento de Seguridad Nacional para combatir el fascismo de derecha y la supremacía blanca y tras el paso del huracán María brindó ayuda tardía a los puertorriqueños que "quieren que todo se haga por ellos", en palabras del presidente (racismo institucional).
Pearson indicó que las acciones de Trump, según un número creciente de profesionales de la salud mental, revelan prejuicios profundamente arraigados y posiblemente inconscientes (racismo insidioso).
Trump descaradamente y directamente ha despreciado GoldStar por ser de origen surasiático (racismo interpersonal), señaló Pearson.
En respuesta a la prohibición de viajar de Trump, su amenaza de "deportar a todos" los inmigrantes y su promesa de construir un muro en la frontera sur del país, muchas poblaciones de inmigrantes objetivo reportan un aumento de los niveles de inseguridad social, ansiedad y angustia.
Investigaciones han demostrado que entre los niños, el resultado de tal estrés es un rendimiento académico comprometido (racismo internalizado).
Trump y sus partidarios parecen creer que las simples protestas en contra son suficientes para refutar y borrar sus acciones y con ello negar que es racista, indicó Pearson.
Señaló que a pesar de estas afirmaciones, algunos en el Partido Republicano reconocen la verdad, tal es el caso del representante Will Hurd de Texas y los senadores Lindsey Graham, Jeff Flake, John McCain y Mitch McConnell han hablado del peor comportamiento de Trump.
Quizás el presidente de la Cámara, Paul D. Ryan, lo dijo mejor cuando respondió a la declaración de Trump sobre Curiel. "¿No es esa la definición de racismo de libro de texto?", Preguntó Ryan. La respuesta es simple: Sí, lo es”, indicó Pearson.