En el curso que será impartido todos los sábados de febrero, a las 12:00 horas en el CCUT, la gente podrá realizar un viaje al pasado, para enlazar sus cinco sentidos con la sabiduría indígena.
“Hablaremos de la dieta de los primeros hombres americanos, luego de los olmecas y después analizaremos la importancia del maíz, un cereal que además de tener deidades y fiestas propias, supo insertarse en toda una cosmovisión, entre otros muchos aspectos”, indicó la jefa de Mediación Educativa, Jimena Jaso Guzmán.
Los asistentes podrán descubrir la relación entre toda la cosmovisión prehispánica de diferentes pueblos con la comida, los dioses. Por ejemplo, la diosa del maíz en diferentes culturas, dijo Jaso Guzmán a UNAM Global.
“Vamos a platicar de los recursos alimenticios en el Valle de México y las posibilidades que tenían en el mercado. La influencia de la alimentación de los españoles en el país y el impacto de nuestra comida en España”, destacó.
Para Jimena Jaso es importante transmitir dichos conocimientos alimenticios para asegurar la supervivencia de la cocina prehispánica.
Agregó, que los interesados darán un paseo por el Museo de Tlatelolco y por la Colección Stavenhagen, donde visitarán la reconstrucción de un mercado y de las chinampas.
Para el desarrollo del proyecto, los especialistas obtuvieron la información de textos como la Historia general de las cosas de Nueva España, de fray Bernardino de Sahagún; Los apuntes de Bernal Díaz de Castillo o las crónicas de Hernán Cortés.
“Como toda caminata abre el apetito tenemos una sorpresa, al final dejaremos que los participantes se metan literalmente a la cocina y les enseñaremos a preparar una de las golosinas más típicas de México: una alegría”, comentó.
“La gente no prepara alegrías en sus casas porque no sabe lo sencillo que es, pero aquí les mostraremos cómo se elaboran, a fin de que lleven a la práctica algunas de las cosas vistas a lo largo del paseo y que tomen conciencia de la importancia que tenía en el mundo prehispánico el hoy tan olvidado amaranto”, comentó.
Asimismo, refirió que antes de la llegada de los españoles, el amaranto se sembraba en las mismas cantidades que el maíz, pero como solía amasarse con miel y sangre para crear figurillas de Tláloc o Huitzilopochtli, los conquistadores prohibieron su cultivo por considerarla una planta profana.
“Dicho estigma tuvo una carga aún notoria en nuestra forma de alimentarnos, de ahí que con esta actividad busquemos reivindicar a un vegetal tan afectado por prejuicios añejos”, subrayó.
Para poder participar en el taller que será impartido por una experta en gastronomía, los asistentes deberán enviar un correo a vinculació[email protected], para asegurar su lugar.