Con motivo del Equinoccio de Primavera, las actividades académicas y culturales se llevarán a cabo en Las Labradas, los días 19 y 20 de marzo. De acuerdo con el INAH, al lugar se espera la asistencia de más de tres mil personas.
El domingo 19, a las 18:00 horas, abrirá al público un campamento en la playa, punto para hacer observaciones de la mecánica celeste con telescopios, mientras que en el Planetario Portátil del Centro de Ciencias de Sinaloa habrá sesiones de proyección.
El lunes 20, a partir de las 9:00 horas se tienen preparadas visitas guiadas por la zona arqueológica, un taller infantil de elaboración de piezas de cerámica y excavación arqueológica, más sesiones de proyección de planetario y observación del cielo con telescopios desde la playa.
Ese día también habrá conferencias sobre astronomía y la historia de Sinaloa y se presentará el libro "Las misiones jesuíticas de Sinaloa".
El arqueólogo Joel Santos, director del Proyecto Arqueológico Las Labradas (PALL), destacó que el sitio no solo funcionó como observatorio para medir el tiempo y presenciar los ciclos y fenómenos anuales en la naturaleza, sino que tuvo un carácter cosmogónico al plantear una forma particular de entender y explicar al universo desde una antigua perspectiva.
Durante su ciclo anual, el Sol cubre un trayecto de sur a norte hasta llegar al Trópico de Cáncer, donde parece detenerse. Este fenómeno, conocido como solsticio de verano, se presenta cada 21 de junio marcando una línea imaginaria en el hemisferio norte.
La zona arqueológica Las Labradas se localiza justo en el área donde coincide la franja costera del Océano Pacífico con la línea imaginaria del paralelo norte de la Tierra, por eso permite la observación del fenómeno, y quizá a eso se deba que una antigua cultura grabara en la superficie de las rocas representaciones alusivas al astro, apuntó Santos.
Desde hace seis años, el arqueólgo investiga las razones de la presencia de cientos de grabados prehispánicos a la orilla del mar, y hasta el momento, los estudios han registrado más de 700 petrograbados en un área de 343 metros.
El PALL delimitó un área de estudio denominada subregión Piaxtla-Quezala, abarcando cuatro municipios (Mazatlán, al sur; San Ignacio y Elota en la parte central y Culiacán al norte).
En la periferia de Las Labradas fueron descubiertos los vestigios de dos culturas asociadas al área nuclear de grabados rupestres: la cultura Chicayota Arcaica (3000-1000 a. C) y la cultura Chicayota Aztatlán (700-1200 d. C.).
Santos considera que Las Labradas es un sitio simbólico, consagrado al solsticio de verano por las antiguas culturas que habitaron la llanura costera del Pacífico y cuya importancia tal vez se extendió hacia Durango y Nayarit.