México, 16 Mar. (Notimex).- Con actividades artísticas y culturales en los municipios de Huejutla y Xochiatipa, el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo (Cecultah) conmemora el centenario de natalicio del compositor mexicano Nicandro Castillo.
El festejo, que comenzó ayer y concluirá este lunes, tiene como objetivo dar a conocer la obra musical de Castillo y reconocer así a uno de los más importantes protagonistas de la música huasteca en el país, señaló José Vergara Vergara, director general del Cecultah.
Las actividades de hoy incluyen funciones del Ballet Folklórico Cuicuilco y la Orquesta Synfonia de Huejutla; así como la presentación del libro biográfico “Nicandro Castillo, el hidalguense”, de Enrique Rivas Paniagua.
Por la tarde, se contará con la asistencia del Trío Los Salazar y Pedro y Fasto Crespo; para terminar con una velada cargo del cantautor Jaime Flores, según información publicada en un diario local.
El programa de mañana estará conformado por la Cabalgada “Los tres huastecos”, dos recitales de la Banda Sinfónica del Estado de Hidalgo, la develación de una placa conmemorativa, la colocación de dos ofrendas florales y un baile popular amenizado por la Banda de Viento Nueva Generación.
Como parte del homenaje al "Rey del Huapango", este sábado se realizó la Cabalgata “El Cantador”, además se presentaron la Banda de Viento Relámpago, Los Brujos de Huejutla, Los Gallitos, Alegría Huautlense, Los Pregoneritos y Aurora Hidalguense.
José de Arimatea Patricio Castillo Gómez, mejor conocido como Nicandro Castillo, nació el 17 de marzo de 1914, en Xochiatipan, Hidalgo, fue hijo de Odilón Castillo Ruiz y Amalia Gómez Siverios, indica su perfil biográfico publicado por el portal “sacm.org.mx”.
Desde niño aprendió a tocar la guitarra para interpretar los sones huastecos tradicionales, así surgió su inclinación por la música de su región natal, reseña el sitio electrónico del Cecultah.
Estudió la carrera de profesor de educación primaria, pero antes de terminarla, y con tan sólo 17 años, se trasladó a la Ciudad de México, donde su hermano Roque lo invitó a formar parte del grupo Los Chinacos.
La agrupación estaba integrada por Roque Castillo, el compositor Pedro Galindo Galarza (1906-1989) y el violinista Elpidio Ramírez Burgos (1882-1960), quienes quedaron sorprendidos por la calidad de voz de Nicandro Castillo.
Los Chinacos grabaron numerosas piezas de huapangos, sones, corridos y canciones mexicanas, entre 1933 y 1938; además, participaron en diversas películas, tanto en México como en Hollywood, Estados Unidos.
En 1939 formó su propio grupo de música, Los Plateados o Los Trovadores Plateados, que disolvió una década después, cuando se retiró del ambiente artístico; a su lado, compuso múltiples obras y salió en numerosos programas radiofónicos de la XEW.
El conjunto con el que más grabó, después de Los Plateados, fue el Trío Alma Hidalguense, que se conformó por Josafat Hernández, Hilarión Hernández y Raúl Ibarra, originarios de Tulancingo.
El compositor residió en diversos lugares a lo largo de su vida, como Molango, Tianguistengo, San Agustín Metzquititlan, Tulancingo, Huejutla, Pachuca y Actopan en Hidalgo; Ciudad Victoria, Tamaulipas, Tehuacán, Puebla, y Ciudad Obregón, Sonora.
A lo largo de su trayectoria musical compuso más de 80 piezas, algunas de ella fueron grabadas por artistas de la talla de Miguel Aceves Mejía (1915-2006), Antonio Aguilar (1919-2007), David Záizar (1930-1982), Vicente Fernández, Linda Ronstadt, el Trío Tariácuri y la Rondalla Tapatía.
“El Hidalguense” es una de sus obras más representativas, en la que muestra el placer por haber nacido en Hidalgo, se dice en sus biografías.
Por su capacidad y talento, Castillo fue homenajeado en múltiples ocasiones; con su nombre fueron denominadas la Plaza de Xochiatipan, la Plaza Huasteca en Pachuca, el auditorio de Zacualtipan y la calle donde vivió sus últimos años en Huejutla, Hidalgo.
Además, recibió una Placa de mármol en San Joaquín, Querétaro; así como Pergaminos de las ciudades de Pachuca, Xochiatipan, Metzquititlan, Huejutla y Molando, en Hidalgo, y Pánuco y Chiconamel, en Veracruz.
“El cantor de las Huastecas” fue un reconocido compositor no sólo en México, sino también en el extranjero; es de mencionar que recibió dinero, por pagos de derechos, de países como Bélgica, Argentina, Francia y España.
Nicandro Castillo Gómez, quien falleció el 30 de julio de 1990 a causa de un paro cardíaco, marcó pauta en el género musical del huapango, en el que dejó un amplio legado:
“Por donde se le quiera considerar, aunque no el primero ni el único, Nicandro fijó las características del huapango. Le marcó usanzas y caminos que después muchos imitaron o recorrieron", señaló en una ocasión el escritor Enrique Rivas Paniagua.
Entre sus obras destacan “Las tres Huastecas”, “El cantador”, “La calandria”, “Sueño”, “El alegre”, “El huasteco”, “Fiesta huasteca”, “El framboyán”, “El cuervo”, “El cuerudo”, “Huejutla”, “Metzquititlán”, “Molango”, “Amanecer huasteco” y “Los arrieros”.