Hallan 160 fragmentos de esculturas felinas en Cihuatán de El Salvador

20 de Agosto de 2013
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San Salvador, 20 Ago (Notimex).- Centenares de fragmentos de esculturas felinas, que podrían ser jaguares, fueron encontrados en el parque arqueológico Cihuatán de El Salvador, informó hoy la Secretaría de la Cultura (Concultura).

Los fragmentos suman 160, de los cuales se desconoce con exactitud cuántos pertenecen a figuras de jaguares, ya que no cuentan con manchas pintadas, pues éstas con el paso del tiempo pudieron desaparecer, señaló la institución en un comunicado.

El antropólogo y arqueólogo estadunidense Paul Amaroli, quien trabaja en este hallazgo, explicó que una de las principales razones que los hace pensar que las piezas corresponden a esa clase de felinos, es que para la cultura mesoamericana era de gran importancia el jaguar.

El descubrimiento y la recuperación de los fragmentos se realizó entre febrero y mayo de 2013, en una estructura de cinco por cinco metros, adosada al extremo sur de la muralla perimetral del centro ceremonial de Cihuatán, en el municipio de Aguilares, al norte de San Salvador.

Su ubicación "pudo haber sido un punto de control o un acceso a la zona amurallada, ya que no se han encontrado otras entradas", señaló Amaroli.

El hallazgo, es el segundo en casi 100 años, luego de que se descubrieran figuras de jaguar en Cihuatán en 1929, hace 84 años, cuando el investigador Antonio Sol y su equipo encontraron en un palco restos de unas 20 figuras de jaguar, todas desaparecidas en la actualidad.

Los 160 fragmentos encontrados están en proceso de limpieza, "sin intentar quitarles toda la tierra, por la posibilidad de que haya pintura -manchas de jaguar y porque el barro no es tan duro y se podrían dañar más".

Posteriormente, los restos serán medidos, identificados y analizados para buscar unirlos, y se realizará una gráfica de la destrucción de Cihuatán, que se estima ocurrió hace 800 años.

Se cree que Cihuatán floreció entre el año 1000 y 1200 de nuestra era y sus primeros habitantes procedían del centro de México, que tras el colapso maya abandonaron sus aldeas, esto pudo haber ocurrido entre 800 d. C. y 900 d. C. según Concultura.

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