“Buscaba ser una novela de búsqueda y peregrinaje del protagonista Matías Verduzco, que está huyendo de unos iconoclastas que lo quieren matar porque ha descubierto que la Virgen de Guadalupe que está en la Basílica, no es tal, es una réplica, y a partir de eso tiene que huir”, explicó el autor.
Durante su exilio en París, el protagonista conoce a Claudine Chifflet, una francesa que vivió muchos años en México, y cuya historia es el eje de la narración.
Bajo las estrellas de Chernobyl fue el título original de este volumen que aborda la oscuridad de los personajes, reveló Martín del Campo, quien consideró que el libro es un homenaje a la obra “Don Quijote de la Mancha”.
“La novela es un exorcismo porque aborda la parte negra mía y de los personajes, la parte oscura que todos vamos cargando en la vida”, sostuvo el escritor.
“Buscaba hablar de esa parte sombría porque todos los objetos de la vida tienen una sombra; quise hablar, no de la parte luminosa de la vida, sino de la parte sombría y ¿quién es el príncipe de las sombras? el diablo”.
Por eso, añadió el autor, en algún momento de la novela el protagonista dice: “Sí, yo soy el diablo”, y de pronto la narración empieza a ser contada por el demonio mismo.
En cuanto al proceso creativo, David Martín del Campo recordó a Ítalo Calvino al mencionar que la creación de una obra inicia con aquellos libros que a uno le habría gustado encontrar en el estante de una librería y en caso de no existir, entonces hay que darse a la tarea de hacerlo.
“Un libro como estos te hace reflexionar sobre tu entorno, tu circunstancia y cambia tus perspectivas. Entonces dices en dónde estoy, qué es lo que quiero a partir de las experiencias del personaje”, comentó.
“Lo que se comparte con los lectores son vidas y voy a compartir esta vida que es mía, pero no es la mía, es de mi personaje”, subrayó.