Titulada “Egipcios Etruscos. De Eugene Berman al Escarabajo Dorado”, la exposición incluye un total de 250 objetos, incluidos restos recientemente descubiertos en la zona arqueológica de Vulci, en el centro de Italia, además de piezas egipcias de la colección del escenógrafo ruso Eugene Berman (1889-1972).
“Los intercambios entre etruscos y egipcios fueron comerciales en el periodo que va del siglo VIII al siglo VII antes de Cristo, durante el cual la cultura egipcia llegó a costas de lo que hoy es Italia y dejó rastros que han sido encontrados en la civilización etrusca”, dijo el superintendente de bienes arqueológicos de Roma, Carlo Parisi Presice, uno de los curadores de la muestra.
En entrevista con Notimex, resaltó que en algunas piezas arqueológicas etruscas se encontraron referencias al faraón egipcio Bocchotis, lo que indica que hubo un contacto directo entre las dos culturas.
“Además de ese contacto directo, lo importante es que estas dos civilizaciones compartieron el significado de los símbolos del poder, el significado del oro como material que indicaba la incorruptibilidad de la materia, el significado de las divinidades para ambas civilizaciones y el sentido que daban a la vida después de la muerte”, explicó.
Subrayó que el culto a los muertos era similar en ambos pueblos, como lo han demostrado las tumbas descubiertas por los arqueólogos en las que fueron encontrados ajuares con objetos que debían servir para la vida ultraterrena. Asimismo, dijo que ambas culturas se parecieron en el tipo de joyas usadas para embellecer el cuerpo y, sobre todo, en el desarrollo de la cosmética.
Alfonsina Russo, también curadora de la muestra, informó que de la misma forman parte piezas de los siglos VIII y VII antes de Cristo descubiertas entre 2013 y 2017 en las excavaciones de Vulci, una localidad de origen etrusco ubicada en el centro de Italia.
Dijo que, en particular, en 2013 fue hallada en la Necrópolis de la Osteria de Vulci una joya en forma de escarabajo dorado de origen egipcio.
“Este escarabajo estaba decorado con elementos referentes al faraón Bocchoris y es el testimonio tangible del hilo que vinculó durante siglos a dos de las más importantes civilizaciones del Mediterráneo”, señaló.
De la exposición forma parte también la colección de piezas egipcias que el escenógrafo y artista ruso Eugene Berman donó a Italia, al lado de objetos prestados por el Museo Nacional Arqueológico de Florencia.
Hay desde joyas, estatuas, utensilios decorados hasta sarcófagos, esfinges y momias que muestran los intensos intercambios comerciales, pero sobre todo el diálogo cultural entre las dos civilizaciones que compartieron la idea de legalidad, símbolos del poder y prácticas religiosas, dijo Russo.
Destacó que egipicos y etruscos se encontraron fundamentalmente durante dos momentos históricos. El primero fue entre los siglos VIII y VII antes de Cristo, “cuando el Mediterráneo era un mar que unía y no dividía como hoy”, y el segundo entre los siglos III y II antes de Cristo.
El recorrido expositivo está dividido en cinco secciones tituladas “El metal de los dioses. El oro como símbolo”, “Faraones y Príncipes”, “El sueño de la inmortalidad”, “Diosas y dioses del Antiguo Egipto a Etruria”y “El oro de Nefertum. Perfumes de Oriente”.
La muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 30 de junio en el museo de la Central Montemartini de Roma, concluye con el ajuar fúnebre de la Tumba del Escarabajo Dorado, encontrada en Vulci.