Papalote Museo del Niño reabre el Árbol Ramón

15 de Febrero de 2014
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México, 15 Feb. (Notimex).- Con la asistencia de representantes de diversas empresas privadas y otras patrocinadoras del Papalote Museo del Niño, este día fue reabierto una de las atracciones del recinto, el Árbol Ramón. Fuente de vida, al que denominan un gigante muy especial.

La directora del museo, Dolores Béistegui, informó durante la ceremonia de reinauguración que el gigante se encuentra en óptimas condiciones luego de haber sido sometido a un tratamiento general para que pueda seguir dando alegría y enseñanza a los visitantes.

En tanto, Vivian Alegría, directora de Asuntos comunitarios y Fundación de una compañía refresquera, destacó que gracias a las familias existe ese museo y que para la empresa que ella representa es un honor estar presente.

Agradeció a la directora del museo que se acordara de la empresa para limpiar el árbol, porque los participantes "somos de los viejos amigos de Papalote", al recordar que ese árbol fue su primera exposición (1993) y desde entonces, han estado presentes en el recinto.

La representante comentó que prefiere decir remodelar que limpiar el árbol y para la empresa es muy importante el árbol porque es muestra de un ecosistema.

Un árbol es mucho más que solo eso, la gente cuando habla de un árbol nada más piensa en el oxígeno y se le olvida que también da agua y que sostiene los suelos, sobre todo los árboles como Ramón, que es muy grande y tiene unas raíces grandes, señaló.

Por eso, añadió Alegría, cuando hay reforestación vienen todos esos problemas no solo de que se va el suelo o la gente se queda sin agua, de que hay menos oxígeno sino además todos esos animales que hacen de ese árbol su casa se mueren.

Pidió cuidarlos, "hay que entender el beneficio del árbol para nosotros, para el suelo y para los animales, nosotros, conociendo eso, sin agua no tenemos compañía por eso es importante para nosotros recuperar el agua del planeta".

También destacó que tienen un gran proyecto de recuperación y cosecha de agua, pues han plantado alrededor de 53 millones de árboles.

"De los árboles que cuidamos, el árbol Ramón vive en Veracruz, Campeche, Yucatán y Chiapas, tenemos un vivero en Yucatán en donde me entere que tenemos de estos árboles, los cuales cumplen una función muy importante", apuntó.

Alegría explicó que es un árbol que da sombra también para que crezca el café que se puede poner debajo de ellos, por ello, "vean toda la vida que hay alrededor de él, piensen que cada uno de ellos es un ecosistema por sí mismo, eso es muy bueno".

En el acto se informó que como parte de los festejos por el 20 aniversario del museo, el Árbol Ramón regresa totalmente renovado para mostrar que los árboles son fuente de vida.

El Árbol Ramón, cuyo nombre viene de la palabra "ramonear" que significa cortar o comer hojas o ramas de árboles, vive en las selvas de México, Centroamérica y Sudamérica.

Puede llegar a medir hasta 35 metros de altura, el equivalente a un edificio con 14 pisos. Llega a vivir más de 100 años y es casa y comida de muchos animales de la selva, por ejemplo, el mono saraguato, el cacomixtle, el águila elegante, además las orquídeas y las bromelias viven en sus ramas porque son muy resistentes. Sus frutos les encantan a los murciélagos, las guacamayas y los tucanes.

Ramón también es muy útil para el hombre. Sus semillas son muy nutritivas porque contienen proteínas, calcio, fibra, ácido fólico, hierro y vitaminas A y C. Si se tuestan saben como el café o el chocolate. Y si se muelen se obtiene harina para preparar pan, galletas, tostadas, tamales, tlacoyos y tortillas. Su corteza cura enfermedades como el asma o la tos y sus hojas son un excelente alimento para el ganado.

Durante el recorrido dentro de Ramón, el público se siente como si estuviera en la selva y conoce con detalle el fabuloso proceso de la fotosíntesis, así como la importancia de los árboles tanto en la selva cómo las ciudades de una manera totalmente diferente.

El Árbol Ramón que está en Papalote se inauguró en 1993, al mismo tiempo que el museo. Mide 15 metros y es una réplica de los que existen en la región de los Tuxtlas en Veracruz.

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