Margot Fonteyn, una vida dedicada a la danza clásica

México, 20 Feb (Notimex).- Por la delicadeza de su movimiento, la refinada desenvoltura de su cuerpo y la elegancia de sus gestos sobre el escenario, la bailarina Margot Fonteyn es considerada la más pura representante del ballet clásico de la escuela inglesa y “Prima Ballerina Assoluta”.

A 25 años de su muerte, ocurrida el 21 de febrero de 1991, Margot Fonteyn es recordada por su excelsa interpretación de “El lago de los cisnes” al lado del bailarín Rudolph Nureyev en la década de los 60, lo que le dio el mote de “El Cisne”.

Marguerite Hookham nació el 18 de mayo de 1919 en Surrey, Inglaterra, descendiente de una mezcla de padre inglés y madre brasileña.

Comenzó sus estudios en danza clásica en Hong Kong, donde la familia radicaba temporalmente. A los 14 años regresó a Londres para audicionar en la compañía Vic-Wells Ballet, donde posteriormente tuvo la oportunidad de estudiar con Serafina Astafieva.

Una joven Fonteyn de 15 años debutó en 1934 en “El Cascanueces”, un año después la bailarina principal Alicia Markova abandonó la compañía y Margot ocupó la mayoría de sus papeles protagónicos, destacando por su técnica, fue finalmente ascendida a bailarina principal en 1939, antes de que la compañía londinense cambiara de nombre a Sadler’s Wells Ballet.

De acuerdo con el diario español “El País” sus primeros éxitos cosechados como solista fueron “Giselle”, seguido de Aurora en “La Bella Durmiente” y Odette-Odile en “El Lago de los Cisnes”, a partir de entonces y hasta la década de los 60, Margot fue primera figura de un innumerable repertorio de obras clásicas en las que destacó por su refinada y elegante interpretación.

En 1954 fue nombrada presidenta de la Academia Real de Danza y en 1956 proclamada Dama de la Orden del Imperio Británico de acuerdo con el portal Ecured.

En 1962 fue era ya una renombrada bailarina del Royal Ballet de Londres cuando formó una alianza con el bailarín ruso Rudolf Nureyev y juntos forjaron una exitosa carrera alrededor del mundo que duró hasta 1976.

Aun cuando la bailarina era 19 años mayor que él, demostraron una gran empatía en el escenario al inmortalizar coreografías especialmente creadas para ellos, ocasión que también ocurrió cuando bailaba como solista.

“Hamlet” (1942) de su inseparable “partenaire” Robert Helpmann, “Les Demoiselles de la Nuit” (1948), de Roland Petit con los ballets de París, “Poème de la l’extase” (1970), de John Cranko y “The Scarlet Pastorale” (1975), de Peter Darrell.

En cine, interpretó “Me gusta danzar” en 1972, y fue la estrella de una serie televisiva británica sobre la historia del ballet, la bailarina se retiró de los escenarios a los 50 años de edad para vivir en Panamá. Escribió sus memorias, tituladas "Margot Fonteyn. Autobiografía", y que fueron publicadas en 1975.

Se dedicó a cuidar de su esposo, el político y embajador Roberto Arias. Margot Fonteyn murió el 21 de febrero de 1991.