Compañía de Teatro retoma temporada de “Éramos tres hermanas”

01 de Octubre de 2017
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México, 1 Oct (Notimex).- La Compañía Nacional de Teatro (CNT) retomó la temporada de la pieza teatral “Éramos tres hermanas” que con motivo del reciente sismo había sido suspendida. La víspera, el público sumó a la excelente puesta en escena la bondad de la gratuidad, y este domingo, la entrada volverá a ser libre.

La cita es en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque, atrás del Auditorio Nacional. Se pide al espectador que imagine que las tres hermanas creadas por Anton Chejov, a fuerza de ir quedándose solas en aquella ciudad de provincias, a fuerza de añorar el pasado, lamentar su presente y escrutar el futuro, han caído fuera del tiempo.

Y como huéspedes de una obra de Samuel Beckett, se ven obligadas a rememorar una y otra vez su historia, quizá para llegar a entender “porqué vivimos, por qué sufrimos”, y así encontrarle un sentido a su vida, a la vida.

Se trata de la presentación escénica de una selección de variaciones sobre Chéjov, escrita y dirigida por José Sanchis Sinisterra.

En su momento, el director Sanchis Sinisterra, comentó que asumida una opción estética no realista y al decantarse por la ostentación de la convención teatral, quiso explorar la sintonía entre la forma dramática inaugurada por Chéjov en el tránsito de los siglos XIX y XX y las tan innovaciones del teatro contemporáneo de Beckett, Harold Pinter, Peter Handkey otros más.

Así es como en escena, los tres personajes que dan título a la obra se han quedado solos y han entrado paulatinamente a un universo beckettiano en el que todo se erosiona. La nueva temporada del montaje, con dirección residente de Gema Aparicio, arrancó el 24 de agosto pero fue suspendida tras el sismo del 19 de septiembre pasado, que ha dejado más de 300 muertos.

Sin perder de vista que en el teatro de Chéjov los protagonistas adquieren su relevancia en medio de una maraña de seres que muy a menudo parecen disputarles el centro de la historia, en esta obra, el personaje de “Natasha” ejerce como antagonista que dinamiza en alto grado la acción dramática, determinando el destino de toda la familia Prozorov.



“Éramos tres hermanas” (variaciones sobre Chéjov), estrenada en 2015 como parte del repertorio de la CNT, contó desde el inicio del proceso de montaje con la colaboración, como asistente de dirección, de Gema Aparicio, directora, actriz y doctora en Teoría, Historia y Práctica del Teatro por la Universidad Complutense de Madrid, España.




Asimismo, en España fue alumna de José Sanchis y actriz y colaboradora del Nuevo Teatro Fronterizo. Una vez que Sanchis volvió a España, Aparicio, quien no ha cesado de trabajar con las actrices que forman parte del elenco, resalta como directora residente lo enriquecedor que ha resultado esta experiencia que ha sido muy importante en su carrera.

Realizada la introducción y el análisis de la obra con Ana Ofelia Murguía, Marta Verduzco y Marta Aura desde antes de que Sanchis llegara a México, el diálogo permitió resolver dudas en una primera fase hasta el estreno, para retomar, después de la primera temporada, un trabajo que permitió al equipo descubrir nuevos elementos y subtextos de cada personaje.

Aparicio: “Todas son actrices impecables, cada una con estilo e infinitas herramientas actorales y gran experiencia que, sin embargo, no las deja conformes con lo que ya han conseguido; cada día investigan, proponen ideas, comentan y descubren a partir de su profesionalismo y disposición al juego sorprendente, independientemente del tono de la obra”.

La directora residente destacó la importancia de la relectura de Sanchis a la obra de Chéjov, que va hasta el fondo del texto mientras desarrolla una de las obsesiones del dramaturgo español relacionada con el tiempo, que muestra a los tres personajes de 20, 24 y 28 años de edad, físicamente mayores, pero sujetas a un tiempo beckettiano.

“Bajo esa premisa, Sanchis realiza guiños sobre cómo construimos la memoria e idealizamos el recuerdo, y al hacerlo, lo cuestionamos. El rescate del planteamiento filosófico de Chéjov y el cuestionamiento ecológico y existencial implícitos en la obra de Sanchis hablan de la vigencia de un texto que nos toca intensamente en pleno siglo XXI”, refirió Aparicio.

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