Carla Faesler lleva al lector a una nueva forma de fantasía histórica

23 de Julio de 2014
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Carla Faesler
Carla Faesler
México, 23 Julio 14 (Notimex).- Al definir a su novela debut “Formol”, Carla Faesler (1967) advirtió que no se trata de una novela, y menos aún de una novela histórica. “Es un paseo por un bosque de símbolos, collage de muchos registros en el que el lector visita, a través de los personajes, una nueva forma de fantasía histórica”.



Mencionó que la delicada prosa que se dibuja a lo largo de su nueva entrega, “Formol”, es un paso natural en su quehacer literario, toda vez que ella es autora de los libros de poemas “Catábasis exvoto”, “Anábasis maqueta” (Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen en el año 2002), “No tú sino la piedra” y “Ríos sagrados que la herejía navega”.

En entrevista con Notimex, la escritora reconoció, sin embargo, que sí tomó algunos elementos históricos para confeccionar el texto definitivo. No recurrió a fuentes históricas formales, dijo, pero sí echó mano de leyendas, tradiciones, consejos familiares y fabulillas inscritas en la historia nacional para que sirvieran a toda la trama.

Faesler narra en su novela que en uno de los estantes de la biblioteca de la familia de Larca (que por cierto existe sólo en la imaginación de la autora), hay un corazón humano en un frasco de formol, que perteneció al joven guerrero que fue sacrificado en el último ritual que se llevó a cabo en el Templo Mayor. El tema es cómo llegó a la casa.

Para escribir esta historia pletórica de ficción, y a pesar de ello también de apuntes de ocasión, registros de lo absurdo y notas de humor negro que se unen en una prosa poco convencional, la autora tuvo una motivación.

“Desde que conocí el texto ‘Rito azteca’ de Salvador Elizondo supe que por ahí podía yo andar para escribir una novela grandiosa”, señaló.

Y en efecto, porque en “Formol”, Faesler hace gala de una imaginación desbordante y un conocimiento decoroso de la historia de México, tanto de la formal como de la mítica.

“Siempre estoy escribiendo cosas, y al conocer esa obra de Elizondo, donde hace alusión a un corazón en un frasco de formol quedé maravillada y con deseos de retomar el tema”, compartió.

Ella aseguró que como muchas personas en este país, tiene una enorme fascinación por la historia de esta nación, por el tiempo pasado en la tierra que hoy es México y por el presente que le toca vivir. “Me gusta indagar en la cultura de la que venimos y un buen día decidí escribir este libro que desde mi perspectiva es para todo lector curioso”.

De esa manera, la entrevistada juega con el presente y la evocación histórica para narrar, de manera elocuente y perturbadora, la historia del corazón de México en un frasco de formol y para ello, realiza un largo recorrido que inicia con ese hallazgo en las faldas del volcán Iztaccíhuatl para luego entrelazar las peripecias de los distintos personajes.

Esos personajes, dijo, propician el encuentro de la víscera cardiaca con la vida de una familia que busca resolver el destino de una leyenda descabellada que la conmueve y paraliza al mismo tiempo, lo que hace que la historia sea para todos porque, justificó, “la novela es un artefacto literario armado a partir de recuerdos, imágenes y emociones”.

Carla Faesler, cuya obra ha sido publicada en revistas nacionales e internacionales, como “Mandorla”, “Aufgabe” y “Cuadernos del Matemático”, entre otras, y ha sido traducida a otros idiomas e incluida en antologías estadounidenses, mexicanas y españolas, confesó que en “Formol”, el periplo de los personajes es el de los mexicanos.

“Formol” es la historia de un corazón humano y de los habitantes de la casa que lo guarda pero, sobre todo, de cómo las inquietudes de cada persona tejen, poco a poquito, la trama emocional de su pasado colectivo e individual con relatos simultáneos y testimonios que resultan reveladores, de acuerdo con la también autora de ensayos sobre artes visuales.

Aunque la selección de las lecturas es un acto de fe, personal e íntimo, la entrevistada se aventuró a explicar por qué vale la pena conocer “Formol”:

“Porque representa echar a andar la imaginación e indagar en el misterio, lo que lleva a conocer datos curiosos, información relevante y a ver cómo vamos construyendo el mundo que merecemos”, consideró.

“Formol” ofrece una lectura ágil, con registros múltiples e imaginación desbordante, lo que hace pensar en una posible segunda parte de la trama. Sin embargo, la autora, quien ahora trabaja en una novela sobre unos buzos en una plataforma petrolera, no descarta la posibilidad de continuar esta historia y hacer de “Formol” una zaga fabulosa.

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