Acoge Escuela de Artes Pláticas de Dresden gran colección de anatomía

03 de Noviembre de 2013
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Por Olga Borobio. Corresponsal

Berlín, 3 Nov (Notimex).- Esqueletos y cráneos con más de dos siglos estuvieron mucho tiempo escondidos en las dependencias de la Escuela Superior de Artes Plásticas (HfBK) de la ciudad alemana de Dresden; ahora, tras una larga preparación, la institución acoge una de las colecciones de anatomía mejor conservadas y única en el mundo.

En una vitrina se alinean en orden esqueletos del siglo XIX de distintas edades, desde niños pequeños hasta ancianos, y en distintas posturas; valiosas piezas ciudadosamente preparadas que representan una de las muestras de anatomía más importantes del mundo.

"Existen muy pocas colecciones así en el mundo, debido a la costosa preparación", cuenta el profesor de restauración Ivo Mohrmann.

Una preparación no apta para pusilánimes: la carne fue separada de los huesos mediante el trabajo de un tipo de gusanos que se la comieron y después fueron utilizados una especie de anillos de alambre. Así la carne puede retirarse sin utilizar sustancias químicas, lo que permite mantener intactos los ligamentos, que estabilizan las articulaciones, cuenta el profesor.

Según sus propios datos, con más de 500 piezas, el HfBK tiene la mayor y más completa colección de anatomía humana y animal que se conserva en una universidad. Ya antes de su fundación en 1764 se dictaban clases de anatomía en el lugar. Y las piezas más antiguas proceden precisamente del siglo XVIII.

Pero si antes era normal en las academias de arte aprender a dibujar el cuerpo humano con cuerpos auténticos y maniquíes, hoy es la excepción. "Ya no existen colecciones comparables en Alemania", cuenta la licenciada en arte Sandra Mühlenberend, quien prepara un doctorado sobre la colección de Dresde.

Sólo en París, Francia, hay una colección comparable, pero el resto de las colecciones históricas de anatomía en las academias de arte de Europa han sido destruidas o se han desmantelado.

En una bóveda de crucero, bajo las terrazas de Brühlsche de la Ciudad Vieja de Dresden, se esconde un verdadero tesoro: esqueletos de monos y pájaros e incluso de un león, y al lado una momia seca preparada de tal forma que aún hoy se siguen viendo los órganos internos.

En un armario de madera hay valiosos cuerpos de cera de abejas, en los que los alumnos estudiaron una vez la constitución de la cabeza, los ojos y el cerebro y que hoy en día solicitan exponer los museo de historia natural de toda Europa.

También hay numerosas piezas de yeso que representan a hombres con los músculos muy marcados como objeto de estudio. Y es que quien quiere dibujar o esculpir de forma convincente a una figura humana o animal, debe estudiar su anatomía, afirma Mohrmann.

La colección vuelve a ser visitada ahora por estudiantes que dibujan los esqueletos y las figuras. Muchos llegan para inspirarse con la atmósfera especial que impregna el lugar. Pero también es una colección interesante para restauradores.

El próximo año el HfBK celebrará el 250 aniversario de su fundación y está prevista una exposición especial, un intercambio de clases con la universidad de la vecina Leipzig y un espectáculo.

Además se reunirán entonces expertos internacionales para debatir sobre la mejor forma de conservar y hacer accesible al público la colección anatómica de Dresden, asegurando la conservación de las piezas y explicando el papel y la función de la anatomía en el arte.

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