Multitud en último Adiós a víctimas de explosión en Fuentezuelas

Martín García
Periodista
12 de Diciembre de 2018
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Tequisquiapan, 12 Dic 2018.- Ante miles de habitantes y familias de la comunidad de Fuentezuelas, en el municipio de Tequisquiapan, el Obispo de la Diócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, ofició la misa de cuerpo presente de las siete personas que fallecieron durante la explosión de pirotecnia el pasado martes.

El clérigo de la Iglesia Católica en el estado, también aprovechó para conmemorar a la Santísima Virgen de Guadalupe, por lo que fueron miles de personas que se aglomeraron en torno a la Parroquia del lugar, para acompañar a las familias en el último adiós a sus seres querido que perdieron la vida.

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“Que Dios los bendiga y nos unimos al dolor de esta comunidad de Fuentezuelas, sabiendo que es un momento difícil en el que algunos miembros de la comunidad nos han dejado, por lo que expresamos nuestras condolencias y oraciones a todos los familiares de los que perdieron la vida”.

El Jerarca religioso se refirió al uso de fuegos pirotécnicos en los festejos religiosos, por lo que dijo que a lo largo del año existen alrededor de 900 eventos de fiestas patronales, por lo que ya se han emitido orientaciones por escrito para prevenir los accidentes.

“Hemos hecho reuniones con todos los comités y de protección civil para tener la seguridad de poder afrontar este tipo de incidentes”, puntualizo.

Sin embargo señaló que habrán de buscar el discernimiento y el diálogo con la gente católica y los organizadores de los festejos para que este tipo de hechos no se repitan.

El Obispo de la Diócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, indicó que lo ocurrido en la comunidad de Fuentezuelas, es motivo de solidaridad y el dolor, ya que a pesar de que en la Iglesia hay momento de mucha alegría, ahora es momento de que la congregación de la gentes sea para dar un momento de aliento.

“Es complicado dar una palabra de consuelo a quienes han perdido un familiar, por eso estamos aquí para que a la luz de la palabra de Dios encontrarle también un camino para animarnos mutuamente en medio de todas las adversidades”.

De esta manera la Iglesia Católica y miles de personas, entre familiares y amigos, así como gente de otras localidades que se solidarizaron a la tragedia de la comunidad, dieron el último adiós a las personas fallecidas durante la explosión de más de mil 500 cohetones que cobraron siete víctimas y más de 50 lesionados.

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