La Bruja, es el icono más representativo de Oswaldo Vigas

18 de Julio de 2015
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Oswaldo Vigas, Artista. NOTIMEX
Oswaldo Vigas, Artista. NOTIMEX
Bogotá, 18 Jul 15 (Notimex).- La bruja es la figura icónica más representativa de la obra del maestro venezolano Oswaldo Vigas, quien se presenta en el Museo Moderno de Bogotá (MAMBO) con una antología del periodo 1945- 2013.

La curadora de la exposición “Oswaldo Vigas. Antología 1945- 2013”, Bélgica Rodríguez, dijo en entrevista con Notimex que la figura que más le impacto de la obra del maestro venezolano, es “La Bruja”, todo un icono de la plástica del maestro (1926- 2014)

“La Bruja es una figura a la que un crítico venezolano le puso el nombre y así se quedó. Vigas fue un gran colorista, manejó muy bien el color y tuvo gran dominio del lenguaje plástico, con propuestas formales y conceptuales.

Vigas creó su obra “La Bruja” a partir de una “idea y un concepto que él extrae de una figura prehispánica femenina. Crea todo una complejidad figurativa, que no llega a ser totalmente abstracta, ni totalmente figurativa”.

Es una obra que “está llena de un gran simbolismo que refleja una realidad cultural, espiritual, cosmogónica del hombre latinoamericano”, subrayó la curadora, quien es doctora en historia del arte, con formación en escuelas europeas.

“Las brujas - explicó - tienen su origen en la figura de la maternidad de la cultura prehispánica, fundamentalmente, una figura de la pintura precolombina venezolana, que se llama la Venus de Tacarigua, una zona donde hubo una presencia importante indígena”.

El maestro tuvo una “vocación que se le abrió a muy temprana edad en su vida. Sus primeros intentos con la pintura surgieron de la imaginación, de sus sueños, de su poesía, de lo que leía. Sacó imágenes, creó imágenes producto de la imaginación y fantasía”.

Vigas fue un artista de tiempo completo, la “pintura era su locura, y logró pasar por varias experiencias como la escuela formalista y la constructivista cuando vivió en París en la década de los años 1950.

En Vigas se ve un metalenguaje que expresa una figuración escondida en el interior de la obra”.

En París se hizo amigo de otros grandes de la pintura, como Pablo Pïcasso, Roberto Matta, Wilfredo Lam, una época de reflexión sobre la importancia de la creación, que intelectuales del mundo hicieron en París, en la mitad del siglo XX.

“Ese fue un momento de gran reflexión sobre el arte, sobre la realidad del arte. Sobre la filosofía del arte, el futuro del arte. Eran hombres que estaban interesados en su cultura originaria”, subrayó la crítica de arte.

Recordó que Vigas se autodefinió con esta frase: “No soy un pintor completamente figurativo, tampoco completamente abstracto, sino que soy Oswaldo Vigas”.

El maestro “quería decir con esta frase que buscaba una figura que lo identificará como Oswaldo Vigas”, enfatizó la curadora.

“Para la cultura y la plástica latinoamericana, Vigas es una de las figuras emblemáticos a mi juicio, que es susceptible de ser revisado, de ser mirado, estudiado por las nuevas generaciones de pintores”, aseveró Rodríguez.

En esta exposición los nuevos pintores “van encontrar un hombre complejo con la libertad absoluta de crear. Pudo insertar su obra dentro de un latino americanismo, pero sin ser doméstico, fue universal como lo fue Matta. Picaso, Tamayo. La característica fundamental de Vigas es su propia obra”.

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