Juan Filloy impregnó las letras con su estilo corrosivo y vanguardista

14 de Julio de 2015
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México, 14 Jul (Notimex).- El escritor argentino Juan Filloy, a 15 años de su fallecimiento, que se cumplen mañana, es recordado por destacar en la escena literaria con su estilo calificado como corrosivo y vanguardista.

El autor, quien se ganó el reconocimiento de importantes colegas como Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, disfrutó intensamente de 105 años de vida, en los que se dedicó a su gran pasión: la literatura.

De acuerdo con el portal de la Biblioteca Central Juan Filloy, el autor nació en el pueblo de General Paz, al noroeste de la Ciudad de Córdoba, Argentina, el 1 de agosto de 1894, siendo el tercer hijo del segundo matrimonio de Dominiquette Grange, francesa de Tolouse, con Benito Filloy, español de Pontevedra.

Filloy estudió abogacía en la Universidad de Córdoba, de la que egresó en 1918 y compartió su profesión de abogado y magistrado con la escritura de novelas y poesías.

En 1921, el joven autor se trasladó a la ciudad de Río Cuarto, en la cual se instaló y arraigó, pues fue su residencia por 74 años y el lugar donde escribió casi totalidad de su obra, que abarca los distintos géneros literarios y que es el motivo de su reconocimiento nacional, según el portal “pagina12.com.ar”.

El autor también se desempeñó como dibujante caricaturista, además fue uno de los fundadores del Golf Club de Río Cuarto, y el Museo de Bellas Artes de Río Cuarto.

Trabajó durante 70 años en el diario “El Pueblo”, en donde tenía una sección de glosa del día, donde mezcló diversos intereses y ejerció crítica teatral y de arte en general.

Filloy publicó, entre otros: “Periplo” (1931), “Balumba” (1933), “Aquende” (1936), “Caterva” (1937), “Finesse” (1939) y “Vil & Vil” (1975), esta ultima novela fue prohibida por la junta militar, lo que le valió un interrogatorio que duró horas, durante las cuales no habló de otra cosa que no fuera literatura.

Todos los títulos de las obras del autor constan de sólo siete letras, una restricción personal y humorística con la que intentó diferenciarse de producción literaria que lo rodeaba y hacerse notar por un estilo singular y original.

Su labor en las leyes le sirvió de experiencia para su novela “¡Estafen!”, con la que se propuso atacar el orden social. En ella, un concepto como el de “justicia” sufre una inversión.

La obra de Filloy nunca llegó a los grandes públicos, ninguno de sus textos fue un best seller. Sin embargo, la calidad en su narrativa y la originalidad en su construcción lingüística, lo llevaron a ser reconocido por la crítica especializada y a trascender en las letras argentinas.

Juan Filloy murió, mientras dormía la siesta, la tarde del 15 de julio del 2000, pocos días antes de cumplir los 106 años de edad.

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