Se recuerda al compositor Igor Markevitch como un fenómeno musical

06 de Marzo de 2013
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México, 6 Mar. (Notimex).- El músico de origen ruso Igor Markevitch, a quien se recuerda mañana al cumplirse 30 años de su muerte, es considerado uno de los fenómenos musicales de su tiempo, con gran influencia en talentos de su época como Béla Bartók y Wolfgang Sawallisch.
Igor Markevitch vino al mundo el 27 de julio de 1912, en el seno de una familia noble, que tuvo influencia en la historia artística de su país y la cual antes de iniciar la guerra se trasladó a Suiza.

Fue en ese país donde el pequeño Igor estudió y destacó como uno de los alumnos más inteligentes del colegio Vevey, donde además se interesó por los idiomas, razón por la que aprendió francés, alemán, italiano, inglés y español.

De acuerdo con la biografía del músico publicada en el portal de internet "lazarzuela.webcindario.com", fue también en Suiza que encauzó su vocación, pues ahí comenzó sus estudios musicales y experimentó una fuerte atracción a la composición.

Posteriormente se trasladó a París, Francia, donde se dedicó al estudio de la composición y el piano; en 1928, con tan sólo 16 años escribió su "Sinfonietta", obra que le ayudó a adquirir fama.

Un año más tarde, el director de la Compañía Rusa de Ballets, Sergéi Diaghilev, presentó al joven talento en Londres como compositor, razón por la que en los siguientes meses se dedicó a la creación de su "Concierto para piano y orquesta", que fue considerado por la crítica y el público como todo un éxito.

Markevitch continuó con su creación, lo que dio como resultado diversas obras que se caracterizaron por su fuerza renovadora como los ballets "Rebus" e "Ícaro", el "Himno para Orquesta" y "Salmo para soprano y Orquesta".

La llegada de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) lo obligó a realizar una paréntesis en sus actividades cotidianas, por lo que se refugió en su gran pasión; la composición, que se dio como resultado la creación de "Lorenzo el magnífico".

Con el regreso de la paz, el compositor, nacionalizado italiano en 1947, fue encomendado para organizar la Orquesta del Maggio Musicale Fiorentino y tiempo después se le pidió su ayuda en las Filarmónicas de Berlín, Viena, Munich y Bruselas.

A partir de entonces, la vida del compositor fue un continuo ir y venir de continente a continente, pues era llamado de Roma, Milán, Estocolmo, Río de Janeiro, Santiago de Chile, Caracas y La Habana, así como por las Óperas de Viena y del Covent Garden, además de ser solicitado para los Festivales Musicales de Berlín, Estrasburgo y Salzburgo.

Como docente, Markevitch realizó una ardua labor en los Cursos para Directores celebrados en México, en la cátedra que el Conservatorio de Moscú creó especialmente para él, así como en las Jornadas de Santiago de Compostela y de Madrid.

Como director de orquesta fue parte de diversas giras mundiales, que incluyeron conciertos en importantes escenarios de Europa, América del Norte y del Sur, Asia Continental y Australia.

En España, al crearse la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española, Markevitch fue llamado para el puesto de director titular, puesto que asumió con extraordinaria brillantez y en 1973 se puso al frente de la Orquesta de la Academia di Santa Cecilia de Roma.

Una sordera parcial apartó de la dirección a Markevitch, quien se recluyó en la composición y en la docencia. El 7 de marzo de 1983, un año después de haber obtenido la nacionalidad como francés, murió a los 80 años de edad.