Rohr, residente de Phoenix, Arizona, dijo que desde hace 10 años ha trabajado con diferentes organizaciones internacionales para llevar tecnología a poblaciones en desventaja.
Ahora se encuentra en México en el esfuerzo más importante de los últimos tiempos para el rescate de una especie, mencionó.
“Me ofrecí como voluntaria en esta operación para brindarles un mayor nivel tecnológico para que los encargados puedan enfocar sus esfuerzos específicamente para el rescate de la vaquita”, dijo.
En lugar de radios VHF, Melanie Rohr ha contribuido con radios digitales UHF que tienen mayor alcance en el alto golfo de California.
Así, en lugar de comunicarse en un perímetro de cinco kilómetros, los investigadores pueden comunicarse en uno de 30 kilómetros, tanto con las embarcaciones que se encuentran en el santuario de la vaquita así como las que se encuentran en puerto.
“Lo que está sucediendo aquí es que nos estamos juntando gente de todo el mundo y estamos utilizando el conocimiento para construir puentes y no muros”, comentó Melanie.
Refirió que uno de estos puentes es a través de radiofrecuencia, para que, en caso de que una vaquita sea atrapada, los científicos puedan comunicarse con la gente correcta para informarles que las llevan en camino.
“El trabajo que se hace aquí es una expresión de esperanza y es un ejemplo de cómo grupos de personas se pueden unir y generar un cambio real. A veces sentimos que nuestro trabajo no genera ningún impacto, pero la verdad es que sí, sí podemos hacer la diferencia”, destacó Melanie.
Sobre la labor de esta voluntaria procedente de Estados Unidos, así como de científicos de todo el mundo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) informa a través de redes sociales.