El hallazgo fue publicado en la revista especializada PlosOne, en la cual investigadores del Centro de Investigación Agrícola de Aichi, Japón, presentaron los resultados de su trabajo con ganado de color negro.
Los científicos trabajaron con base en la hipótesis sobre el pelaje bicolor que poseen las cebras repele a mosquitos predadores como los tábanos, esto según un artículo publicado por Journal of Experimental Biology, titulado “Los tabánidos polarotácticos encuentran los patrones de rayas con brillo y/o modulación de polarización menos atractivos: una ventaja de las rayas de cebra”.
Ese estudio teoriza sobre el difícil aterrizaje que tienen los insectos sobre superficies blancas con negro.
La nueva investigación consistió en reunir a seis vacas negras japonesas, a dos de las cuales las pintaron franjas con laca blanca (a base de agua), a otro par le estamparon rayas negras y a las últimas las dejaron sin rayas para visualizar el efecto que tenían durante el pastoreo.
Observaron que fueron menos propensas en un 50 por ciento a las picaduras de las plagas artrópodas aquellas que fueron pintadas con laca blanca, cual si fueran cebras.
El estudio de PlosOne contempló las problemáticas que generan las plagas en el ganado porque causan infecciones y estrés, otras son las pérdidas económicas que provocan debido a que los propietarios utilizan insecticidas como medida de control, y esto afecta de manera mayúscula al medio ambiente.
Esta solución se traduce como un método barato, fácil y amigable tanto para el animal de crianza, como para el ambiente.
El estudio manifestó que en el futuro será necesario el desarrollo de técnicas más efectivas que aseguren la persistencia de las rayas blancas y negras en el ganado, para así implementar este método en sitios de producción animal.