En entrevista con Notimex, el capitán de una embarcación turística del lugar, Martín Ramírez, manifestó que alrededor de 25 mil ejemplares de ballenas llegan cada año a la laguna Ojo de Liebre y Bahía Magdalena en Baja California Sur, debido a que la zona posee las condiciones que necesitan estos mamíferos para poder dar a luz a sus ballenatos.
Destacó que a partir de noviembre y hasta febrero, turistas nacionales y extranjeros acuden a la región para poder apreciar, a través de un recorrido en barco que dura cuatro horas, la majestuosidad de los ejemplares que se desenvuelven libremente en la inmensidad del océano junto a delfines y focas.
“Para el avistamiento nos adentramos del puerto al mar unas tres millas y media porque las ballenas en ocasiones están a cinco millas y a veces se ven completas y tenemos que estar retirados de ellas, entre 60 y 80 metros”, añadió Martín Ramírez.
No obstante, indicó que en ocasiones los mamíferos se acercan solos, brincan y dan un gran espectáculo para el deleite de los presentes. Además, agregó que en ocasiones se pueden vislumbrar otras especies de cétaceos como la jorobada y de aleta.
Asimismo, añadió que además de apreciar a estos mamiferos, durante el recorrido también se pueden observar los barcos de diferentes tamaños y colores, así como los cruceros con los que cuenta esta ciudad.
En este sentido, destacó que año tras año, aproximadamente 10 mil u 11 mil visitantes arriban al avistamiento, por lo que recordó que es importante que durante el recorrido los turistas no tiren basura al mar para que las ballenas sigan llegando a la región.
Martín Ramírez recordó que los ejemplares arriban a la laguna Ojo de Liebre y a la Bahía Magdalena porque las temperaturas son similares a la que posee el vientre de las madres ballenas, por lo que al nacer el ballenato, éste se adecua al lugar, donde se alimenta y se prepara para hacer el largo viaje de regreso al golfo de Alaska.
Aseguró que desde hace cinco años la llegada de las ballenas a estas zonas ha ido en aumento debido a que están naciendo más crías, hecho que además ha beneficiado a los pobladores locales, quienes se benefician económicamente ante la llegada de más turistas.
Así, expresó que el avistamiento de la ballena gris en Ensenada, acerca a los visitantes a vivir la magía de la madre naturaleza.